Luego de 16 meses de haber sido instalados dos alcoholímetros en la terminal terrestre de Ibarra, en Imbabura, comenzaron a operar finalmente.
Desde el último fin de semana es obligatorio que los conductores de los buses interprovinciales que salen desde esa urbe se sometan a una prueba, para verificar si han ingerido o no licor.
Con un comprobante que emiten las máquinas, parecidas a un cajero automático, los conductores pueden tramitar el permiso de viaje.
Según Carlos Pinos, funcionario de la empresa Imbabus, administradora de esta terminal terrestre, 160 unidades al día parten rumbo a Quito, Tulcán, Ambato…
Para determinar sí un conductor había ingerido bebidas alcohólicas, los efectivos utilizan un dispositivo (alcohotector). Si es que marca 0.3 grados de alcohol se procede a la detención del infractor.
Este sistema de control aún no es implementado en Otavalo en donde se espera instituirlo en los próximos meses.
El propósito es reducir la accidentalidad en las vías.