Personal del Municipio fumiga espacios públicos desde la semana pasada en Macará. Foto Cortesía Municipio de Macará
Legumbres, hortalizas, frutas y productos como aceite o azúcar que provienen del norte del país o de Perú son cada vez más escasos en el cantón fronterizo de Macará (provincia de Loja).
El alcalde Alfredo Suquilanda afirma que debido a la emergencia sanitaria y al cese de actividades en todo el cantón tienen productos y comida solo para una semana más. Así lo dijo a EL COMERCIO la tarde de este martes 31 de marzo del 2020.
“Aquí la gente si no trabaja, no come. Pero no tienen para comprar. No hay trabajo”, comenta el Alcalde. Se refiere principalmente al cierre de la frontera sur con Perú que permite el desarrollo de la actividad comercial, una de las principales fuentes de ingresos para Macará.
Según Suquilanda, durante los primeros días de la emergencia por el covid-19, el Gobierno Nacional entregó 90 kits de alimentos para el cantón. Pero a su criterio, esas provisiones fueron insuficientes. “No hay qué comprar porque no llega mercadería. Es mínimo lo que viene del norte. Nos angustia que en una semana no tengamos qué comer”, insiste Suquilanda.
En el cantón Macará habitan 21 000 personas que se quedan –a criterio del Alcalde- sin sustento en estos días. El Mercado Central de Macará, el principal centro de comercio del cantón, está desabastecido en casi un 50%, según Suquilanda. “No tenemos comida. No hay alimentos. No están llegando de Azuay o Tungurahua”.
Ante la falta de estos productos, el Municipio donó cerca de 500 kits de alimentos que los destinaron principalmente a las zonas rurales del cantón y que armaron con la ayuda de donaciones particulares y de funcionarios públicos. “Pero es poco, necesitamos que nos provean de alimentos”.
Esta preocupación, indica Suquilanda, ya la transmitieron formalmente a la Gobernación de Loja pero no han recibido respuestas. “Nos hemos cansado de pedir, ya ni siquiera nos contestan”, afirma.
El Alcalde dijo que los insumos necesarios para enfrentar la emergencia (guantes, mascarilla y alcohol) también son insuficientes. “Recién compramos 3 000 mascarillas, 3 000 pares de guantes, gel y alcohol, pero nos va a faltar”.