Gisela Reinoso (blanco) coordina la elaboración de canastas del mercado Urbina. Fotos: Modesto Moreta y Lineida Castillo / EL COMERCIO
Las redes sociales, especialmente Facebook y Whatsapp, son las principales herramientas para que las familias puedan comprar desde su hogar legumbres, hortalizas, frutas, carne, pollo, huevos, queso, yogur, arroz, azúcar, carne, papas, entre otros productos.
La entrega de las canastas o bolsos llenos con los productos lácteos y de campo se realiza a domicilio y sin recarga.
Las ventas son impulsadas por los productores, a través de las redes sociales, con la idea de mitigar las aglomeraciones de personas en calles y mercados de Cuenca y Ambato, ciudades donde funcionan estas nuevas maneras de comercializar los alimentos.
Pollo Fresco es uno de esos emprendimientos de Ambato, impulsado por Karen Banda a través del Facebook y Whatsapp. Distribuye pollos pelados, huevo y quesos bajo pedido. “Con nuestro servicio intentamos que la gente no salga y se quede en casa; y adoptamos las medidas de bioseguridad”.
Su tío, quien es propietario de una avícola, le provee de los pollos. Con su iniciativa, ella también ayuda a los pequeños productores de quesos y huevos, para que puedan vender.
Uno de sus clientes es Fanny Cruz, quien solicitó mediante Whatsapp dos pollos y tres quesos. Por la mercadería pagó USD 21,5. “En esta emergencia comprar por las redes sociales es una buena opción, porque los productos son frescos y ya son conocidos”.
También las expendedoras del mercado Urbina, en Ambato, decidieron poner en marcha el proyecto Arma tu propia canasta; la entrega es a domicilio. Las amas de casa arman sus pedidos de acuerdo con sus necesidades. Ofrecen carne, arroz, azúcar, lácteos o pollo. “Les surtimos con lo que deseen y les entregamos sin recarga”, explica Gisela Reinoso, presidenta de los comerciantes del mercado Urbina.
Reinoso organiza a sus compañeras para atender más de 15 pedidos en el día. Cada propietaria de los puestos aporta con arroz, azúcar, huevos, carne, pollo, mellocos, cebolla, maduro y granos para armar las canastas. El precio varía entre USD 15 y 30, todo depende del pedido que realice cada familia, detalla la dirigente.
Hace dos semanas entró en marcha el plan. Han logrado comercializar cerca de 60 pedidos en diversas partes de la ciudad. Estela Naranjo encontró el teléfono en Facebook y compró una canasta surtida con hortalizas, legumbres, carne, pollo y huevos. “Es una gran idea para las personas de la tercera edad, que debemos cuidarnos más del coronavirus”.
En Facebook, igualmente, se promociona el emprendimiento de Jenny Lara. Vende yogur y queso fresco de la lechera Suprelac, del cantón Píllaro. Vende esos productos para evitar que se dañen en la fábrica, porque dejaron de enviar a Guayaquil.
En Azuay, la empresa AgroKawsay de la Prefectura oferta canastas agroecológicas a domicilio, para que las familias no salgan de sus casas. Tienen 15 productos entre hortalizas, legumbres, quesillo y huevos por un costo de USD 15.
La empresa AgroKawsay de Azuay oferta las canastas mediante las redes sociales.
Aparte, los clientes pueden solicitar carnes de pollo, cuy, trucha y lácteos.
Desde el 16 de marzo hasta el 9 de este mes vendieron 11 000 canastas.
AgroKawsay trabaja con 50 asociaciones productoras agrícolas de los cantones de Nabón, Paute, Guachapala, Gualaceo, Oña y Cuenca.
El Ministerio de Agricultura apoya el trabajo de 35 asociaciones de Cuenca, Sígsig y Nabón que entregan canastas a domicilio, comercializadas por las redes sociales. Según datos del Ministerio, más de 400 familias se benefician. “No hemos dejado de producir en el campo”, contó Nelson Sagbay, quien dirige la Asociación Pomar Chacrin de Sígsig.
En Cuenca abrieron un centro de acopio y venden 200 canastas por semana. Ofrecen hortalizas, legumbres, huevos, hierbas medicinales y frutas como manzanas, frutilla, tomates, duraznos y aguacates.
También hay otras asociaciones de las parroquias azuayas de Jima, Sayausí y El Valle que dejan las canastas en la casa. Los productores comercializan lácteos, pollos y truchas.
MÁS SOBRE LA EMERGENCIA SANITARIA