La venezolana Alba Torres reside desde el 2018 en Ibarra, provincia de Imbabura, en donde encontró una oportunidad para emprender. Hoy espera que una agenda binacional que acaba de presentarse apoye sus metas y las de sus coterráneos.
Como la mayoría de compatriotas salió de su país empujada por la crisis económica y en busca de un futuro mejor.
Para esta mujer, de 36 años, comenzar en Ecuador una nueva vida junto a sus dos hijos no ha sido sencillo. Para mantener a su familia trabajó primero en restaurantes y heladerías y este año logró instalar un negocio de pastelería.
Ella es una de 80 mujeres de Ecuador, Colombia y Venezuela que participaron en la presentación de la agenda transfronteriza que busca mejorar sus condiciones de vida.
En el Puente Internacional de Rumichaca se efectuó el jueves, 9 de diciembre de 2021, la presentación de este documento.
Ahí se identifican problemas como explotación laboral, discriminación, inseguridad, entre otros, que enfrentan las mujeres en los dos lados de la frontera.
El evento
Al acto asistieron representantes de organizaciones sociales, internacionales y autoridades locales ecuatorianas y colombianas.
A ritmo de tambores, las participantes desplegaron una tela, de color morado, como un acto simbólico para unir la frontera, que por la pandemia del covid-19 se encuentra cerrada al paso de personas y vehículos particulares.
Cruzando Fronteras
La generación de esta agenda se dio en el marco del proyecto Cruzando Fronteras que ejecuta un consorcio de entidades no gubernamentales de Ecuador y Colombia y que tiene el financiamiento de la Agencia Francesa de Desarrollo.
Según Alexandra Moncada, directora de CARE Ecuador, el objetivo de este proyecto es fortalecer las capacidades en las organizaciones de mujeres migrantes, refugiadas y de la población de acogida de ambos países.
Estos impactos fueron recolectados en el denominado Análisis de Género CARE 2021.
Se trabajó en talleres presenciales y virtuales con mujeres locales y en situación de movilidad de Ibarra y Tulcán, en Ecuador, e Ipiales y Pasto, en Colombia.
Ahí sobresalieron seis ejes: protección, situación migratoria, educación, salud, medios de vida, participación y liderazgo.
Las dificultades
En Ipiales y Pasto el 90% de ciudadanos venezolanos se encuentra en condiciones de irregularidad, por lo que no pueden acceder a condiciones laborales dignas y subsidios para servicios públicos, educación y salud.
En Ecuador, en cambio, requieren una visa lo que les limita a la hora de regular su situación migratoria.
En la agenda se plantea implementar una ruta migratoria segura en que se pueda establecer una moratoria migratoria o un mecanismo que permita su regularización.
En el campo laboral en las dos ciudades colombianas, los trabajadores venezolanos reciben USD 8 por 10 horas de trabajo, mientras que la población local gana USD 18. Mientras que, quienes residen en Ibarra y Tulcán refirieron ganar USD 200, en promedio, al mes, es decir, la mitad de un salario mínimo.
Alba Torres espera que los planteamientos plasmados en esta agenda sean acogidos por las autoridades.