La actividad en el volcán Tungurahua ha disminuido. En las últimas 72 horas, las explosiones y bramidos descendieron. De las 50 y 70 reventazones que se contabilizaban en el día, bajaron a un promedio de 10.“Las explosiones ahora son de baja intensidad. Se ve que se expulsa vapor de agua y un poco de ceniza. Un comportamiento muy diferente al de la semana pasada”, señaló Benjamin Bernard, técnico de la Estación Guadalupe (Patate), del Instituto Geofísico. Esta entidad es la encargada de monitorear el estado del coloso de manera permanente. Los bramidos que hasta hace cinco días eran escuchados en Riobamba y Ambato ahora solo se oyen en las faldas de la montaña. Según Bernard, la noche del lunes y tarde de ayer estos eran casi imperceptibles. El volcán no ha podido ser visto, pues la nubosidad se ha concentrado en esta zona. La noche del lunes se presentaron lluvias leves. Afortunadamente estas no arrastraron el material acumulado en las faldas del coloso y no se produjeron lahares. “Si bien la actividad ha disminuido no significa que esto sea todo. Hay que continuar monitoreando al volcán, pues en cualquier momento puede volver a incrementarse la actividad o incluso presentarse una erupción fuerte”, indicó el técnico.Según el Geofísico, la expulsión de material piroclástico también ha disminuido. Los últimos registrados han descendido hasta dos kilómetros desde el cráter. Asimismo, en las zonas cercanas a la montaña se evidencia poca ceniza volcánica.