La actividad económica cayó en El Aromo

La venta de alimentos en los restaurantes y el hospedaje en las hosterías y departamentos se redujeron en la comuna El Aromo, donde se construye la Refinería del Pacífico. Foto: Patricio Ramos /EL COMERCIO

La casa de Segundo García está vacía. El inmueble con dos departamentos y siete habitaciones está abandonado desde mediados del año pasado. La baja actividad en los trabajos de construcción del proyecto petroquímico Refinería del Pacífico (RDP), en la comuna El Aromo, es la causa.
La presencia de obreros y técnicos disminuyó drásticamente. En el pico más alto del movimiento de tierras trabajaron sobre 1 000 personas, recuerda Lorenzo Pincay, administrador de una tienda
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Ese negocio se inició cuando arrancó la conformación de las plataformas de 9 kilómetros. Cuando había muchos obreros se vendía en promedio sobre los USD 300 al día, ahora apenas USD 50, asegura. Las 12 casas que fueron acondicionadas para recibir huéspedes quedaron como fantasmas en el árido territorio de El Aromo.
García realizó una inversión superior a USD 30 000; la mayor parte fue para comprar materiales de construcción. Para cumplir con el pago a los bancos, García y su familia migraron a El Carmen, un cantón del noreste de Manabí, para trabajar. Se dedica a comprar y vender cacao. “Los bancos no esperan, no sé qué haré con todo lo invertido, lo peor es que no sabemos si el proyecto gubernamental continuará”.
Otros residentes se ocupan en actividades de reforestación y siembra de árboles frutales.
Quienes invirtieron en la construcción o adecuación de sitios para restaurantes también están desesperados. Ángel Loor Roldán construyó un comedor y cinco habitaciones para alquilar. Invirtió sobre los USD 50 000 y ahora está endeudado con el banco.
Fanny Rodríguez acondicionó un comedor a un lado de la vía de acceso al campamento. Le fue bien por un año y medio, pues vendía hasta USD 400 al día, pero desde fines de 2014 apenas ingresaban USD entre 40 y 60 al día. “Dejé ese espacio y bajé al pueblo, alquilo una casa en USD 100, pero todo se estancó; nos quedamos con deudas pues adquirimos equipos para cocina y ahora debemos”.
En la zona seis restaurantes se quedaron sin comensales.
En El Aromo, Pacoche, San Lorenzo, Los Sauces, Liguique y Santa Marianita nadie sabe nada del proyecto.
Ernestina Alvarado trabajó en la preparación de alimentos en el último semestre del 2014. Su negocio se quedó sin comensales y ella volvió a la venta de paja toquilla.
El concejal de la zona rural del cantón Manta, Isidoro Montalván, asegura que no sabe mucho sobre el futuro del proyecto petroquímico. “Como siempre estoy pidiendo cuentas sobre las obras prometidas, las autoridades me aíslan y no me comunican nada. Aquí lo único terminado es la rehabilitación de una escuela; un dispensario médico sigue en construcción y del acueducto potable no sabemos qué pasó y aún esperamos por la unidad educativa del milenio que prometió Ecuador Estratégico”.
En el informe de la rendición de cuentas del gerente de RDP, Bismarck Andrade, sobre las actividades de 2014 se indica que la inversión acumulada desde que inició el proyecto en el 2009 llega a USD 19,77 millones en obras para los cantones Manta, Montecristi y Jaramijó. “En Manta aún se construye un centro de salud y se continúa con el sistema para dotación de agua potable para nueve comunidades, estas obras no han sido terminadas”.
La presidenta de la comuna El Aromo, Clorinda Lucas, asegura que de las 2 500 personas del lugar fueron contratadas 60. José Delgado fue contratado por dos meses. “Nos hicieron trabajar en la construcción de una cunetas, después de 60 días dijeron que no había más qué hacer, tomen sus herramientas y vayan a sus casas”.
El vicealcalde de Manta, Eduardo Velásquez, dice que se esperan noticias del Gobierno. Mientras se define, Segundo García, Ángel Roldán y otros habitantes que contrajeron deudas para sitios de hospedaje y restaurantes trabajan en actividades agrícolas y de pesca antes de que embarguen sus propiedades.