El intenso movimiento comercial que existía en el cantón fronterizo de Macará es añorado. Inclusive quienes ofertan frutas, alimentos u otros bienes en el puente internacional se quejan por las bajas ventas.
El peruano Filadelfo Palacios, de 65 años, labora en ese lugar 23 años. Ofrece a los turistas frutas picadas y artesanías. Él ha visto reducir la clientela en los últimos cinco meses y dice que “existen días en los que no se vende casi nada”.
Hasta mediados del año pasado circulaba por el puente internacional un promedio de 165 vehículos por hora. Esa cifra se redujo a la mitad en enero y febrero pasados, de acuerdo con el registro aduanero.
El peruano Manuel Quevedo ofrece transporte desde el puente de Macará hasta el poblado de Chutucanas, en Perú, ya casi dos años. Cuando empezó a laborar realizaba hasta 10 viajes en la mañana; el resto del día se dedicaba a labores agrícolas. Esos ingresos le permitieron pagar un crédito con el que compró el vehículo.
Pero la situación cambió desde finales del año pasado. Ahora solo hace tres carreras hasta el mediodía. Tiene un ingreso diario de USD 12 cuando antes ganaba al menos 40.
Los choferes que realizan fletes a poblados cercanos de Ecuador y Perú tienen estacionados sus vehículos durante horas, porque no hay usuarios.
Para el representante de los transportistas de Macará, Luis Guerrero, los excesivos controles aduaneros y de Agrocalidad frenaron el comercio. Él reconoce que el contrabando persiste, aunque cada vez menos.
Guerrero justifica esa actividad porque genera fuentes de empleo cuando los agricultores no tienen trabajo. “Había dinero y dinamismo comercial”.
Agrocalidad efectúa frecuentes decomisos de arroz, mangos, limones, aguacates, cebolla, melones y maíz que llegan del Perú. En los análisis de laboratorio se determinó que tenían plagas. El año pasado hubo un promedio de 20 decomisos al mes.
Según Guerrero, además de controlar el contrabando se debe generar empleos fijos y “ayudar al agricultor eliminando tantos permisos que debe obtener para vender sus productos en Macará”.
El presidente de la Cámara de Comercio de Macará, Vicente Román, coincide en la baja de la actividad. “Las reglas están cambiando y vivimos una etapa de transición de un comercio informal a uno formal”.
Román cree que hay demasiadas trabas para quienes quieren emprender una actividad. Por ello se reunió con delegados de la Aduana y del Ministerio de Agricultura. Allí pidió que los trámites no fueran engorrosos para el traslado de productos y mercaderías. “Pero no hay soluciones”.
El agricultor lojano, Jaime Rodríguez, se lamenta porque “en Macará no tenemos ingresos y las autoridades no hacen nada. No podemos vender un solo quintal de arroz sin que se tenga que hacer un montón de papeles e inspecciones”. Para Rodríguez, no se cumplen los tratados de la Comunidad Andina, que establecen un intercambio comercial libre.
En las calles de Macará, el movimiento comercial también se redujo. Los almacenes de electrodomésticos, ropa, calzado… tienen pocos clientes.
Romar es una de las empresas lojanas proveedoras de productos básicos. Hasta agosto del 2013 hacía tres entregas semanales a las tiendas de abarrotes de esa ciudad fronteriza. En los tres primeros meses de este año solo ha hecho una entrega.
El importador macareño, Milton Jiménez, quien traía harina de pescado y porcinos del Perú, abandonó esta actividad debido a la prohibición realizada por Agrocalidad en el 2013. Él distribuía en el sur del Ecuador un promedio mensual de 700 cerdos y 4 000 quintales de harina de pescado.
Para Marcelo Esparza, director distrital de Loja del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador, los planes de control que ahora se aplican siempre han existido, sin embargo no se los cumplía.
“Estamos en una nueva era. La recaudación aduanera creció el año pasado”, explicó. Además, precisó que la Aduana “promueve un comercio justo sin coartar el desarrollo social”.
Según datos de la página web de la Aduana, el Distrito de Macará recaudó USD 739 170 por concepto de impuestos de los productos importados entre enero y noviembre del 2013. En el mismo período del 2012 la recaudación fue de USD 449 960.
El principal ejecutivo de Agrocalidad está encargado y no ofreció declaraciones.
En contexto
Los comerciantes de Macará aseguran que sus ventas disminuyeron desde finales del año pasado. Según ellos, los controles y decomisos de frutas y productos que llegaban desde el Perú frenaron sus actividades. Piden que se creen fuentes de empleo en el cantón.
- 250 comerciantes están activos. Antes eran 600.