Ayer, las crecientes de los ríos Chico y Portoviejo pusieron, otra vez, en alerta a los agricultores manabitas. Este último afluente llegó a las zonas arroceras de Charapotó. Según un informe de la Secretaría Nacional de Gestión del Riesgo, 73 familias de Manabí fueron evacuadas y llevadas a albergues. Los damnificados recibieron 140 raciones alimenticias y 46 ‘kits’ de aseo.El cauce del río subió por las precipitaciones que se registraron en la tarde y noche del martes pasado. “La corriente empezó a romper los muros de contención de las parcelas de arroz”, dijo José Villanueva, vecino de la comuna Correa Agua, ubicada en el cantón Sucre.“En el recinto La Guayaba, los propietarios de pequeñas parcelas de arroz empezaron a desviar el agua para salvar el cultivo”, agregó Villanueva. Según él, esto hace que la corriente llegue a las zona bajas. Eso ocurrió en el mediodía de ayer.Los cultivos de ciclo corto como tomate, cebolla perla y pepino quedaron bajo el agua, desde la semana pasada. “Algo se pudo rescatar, pero no fue mucho”, comentó Carlos Mera, habitante del sector El Higuerón. En las poblaciones de Tierras Amarillas y Sosote, el agua del río salió de su cauce y arrastró palizada y animales muertos. Esta creciente le parece rara a Mónica Alcívar. “Es mayo y todavía llueve, esto se parece al fenómeno El Niño de 1982 y de 1983”, dijo esta mujer de la comunidad Sosote.En Manabí, 11 de los 22 cantones están afectados por el desbordamiento de los ríos. Los mayores problemas se registran en Rocafuerte y Flavio Alfaro.