Desconsuelo y frustración sienten 70 moradores del barrio La Banda Alta, en el noroccidente de la capital lojana. 50 personas fueron evacuadas el lunes pasado y otros 20 salieron ayer.
Sus viviendas están cuarteadas desde el domingo pasado. En total son 14 inmuebles afectados, de los cuales uno se cayó ayer.
En el lugar se registran problemas en el terreno por la excesiva humedad. En La Banda Alta se construyeron casas en los últimos 10 años, la mayoría de migrantes.
Los bomberos y militares ayudaron a las familias a evacuar y las trasladaron a los dos albergues asignados por el Municipio o a las viviendas de familiares.
Solos dos familias optaron por los albergues, ubicados en las casas comunales de los barrios Menfis y Clodoveo Jaramillo.
Paralelamente, el personal del Municipio elaboró un informe sobre los daños. Se identificaron 14 inmuebles afectados y otros tres que no tienen problemas, pero están en la zona de riesgo.
Marjorie Quintero vivía desde hace dos meses en una de esas casas. “Aún faltaba por terminar la construcción, que es fruto del esfuerzo de 10 años de trabajo de toda mi familia”.
Según ella, la excesiva humedad se debe a problemas en las tuberías de aguas residuales. “Atrás de mi casa hay una tubería que no fue bien instalada. Es responsabilidad del Municipio de Loja este daño y tiene que responder”.
Marco Carpo, jefe de Obras Públicas del Municipio, descarta que las afectaciones en las casas se hubieran producido por fallas en el alcantarillado. Para adoptar medidas se espera un estudio.
Según César Córdova, geólogo del Municipio, es un movimiento rotacional. Es decir, el suelo tuvo un movimiento circular que suele ocurrir en terrenos compuestos por material arenoso y arcilloso y en laderas. Por ello, él descartó, por el momento, que se tratara de una falla geológica.
Julieta Correa también vive en La Banda Alta desde hace cuatro meses. Tiene tres hijos menores de edad y una casa de una planta que fue construida en un año.
La edificó con ahorros de su esposo que vive en Estados Unidos. Su familia es una de las evacuadas. No fue a los albergues porque decidió pernoctar en la vivienda de su madre.
Su vecina María Villalta, de 48 años, vive en la zona por más de 23 años. Ella prefirió arrendar un cuarto cerca de su casa en el mismo barrio. Su esposo, Eloy Gutana, sufre de insuficiencia renal.
Ayer, sufrió un ataque nervioso, por el susto de la caída de su vivienda, por lo que fue atendido de forma inmediata en el Hospital Isidro Ayora.
Villalta es vivandera en un mercado de Loja. Con sus ingresos y la jubilación por enfermedad de su esposo costea los gastos de la enfermedad y su hogar.
Al otro lado del barrio está Henry Torres. Dijo que hace 15 días ya notó cambios en el terreno. “Pero el último domingo cuando el personal del Municipio abrió la calle la situación se agravó. La tubería del alcantarillado estaba seca y todo el caudal, que debía recoger, fluía debajo de esta”.
Otros detalles
El lunes pasado habían grietas en el suelo que tenían entre 20 y 30 centímetros de diámetro, lo que alarmó a los vecinos. Mientras que en la mañana de ayer estas se ampliaron hasta un metro. La profundidad osciló entre los cinco y seis metros.
En este barrio, en el noroccidente de Loja, se realizan estudios geológicos de forma urgente para determinar la causa del problema. Participan
técnicos del Municipio y de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos.
La situación se agrava con las constantes precipitaciones. Al mediodía de ayer se reanudaron las lluvias en la zona. Los damnificados fueron trasladados donde sus familiares o a los albergues de los barrios Menfis y Clodoveo Jaramillo (occidente de la ciudad).