El 90% del pescado frito y cebiche de camarón que se vende en 30 sitios de Esmeraldas proviene de la pesca de arrastre, según datos de la Cámara de la Pesquería de la provincia de Esmeraldas.
Por ello, la eliminación de esa actividad preocupa a comerciantes dedicados a la venta de mariscos. El Acuerdo Ministerial 020 determina que desde el 30 de este mes la flota de arrastre no podrá seguir con sus operaciones.
De 154 barcos de arrastre, 30 están en Esmeraldas y representan el 20% de la captura de camarón y pescados, según Pablo Patiño, de la Asociación de Armadores de Esmeraldas.
Digna Cortez compra cada dos días una canasta de pescado mediano en USD 45. Los vende fritos. Dice que lo pescado por barcos es más barato por la cantidad, a diferencia de la flota artesanal que vende hasta USD 60 cada canasta.
Cortez teme que al desaparecer la pesca de arrastre, también se pierda su negocio.
Una de las razones para suspender esta actividad es los efectos que estaría causando en el fondo marino. Los barcos capturan camarón pomada, carapachudo, camarón café y langostinos. Los artesanales pescan hasta una milla y se dedican más a la captura de pomada en Esmeraldas.
Según el pescador artesanal de camarón, Emilio Velásquez, eliminar la flota de arrastre los beneficiará porque los artesanos podrán vender a mejor precio. Lo que no sabe es si podrán abastecer la demanda.
El presidente de la Cooperativa de Pescadores Nuevo Rocafuerte, Jorge Góngora, cree que 1 000 pescadores de Esmeraldas serán beneficiados.
En cambio, el propietario de un barco de arrastre, Milton Estupiñán, señala que habrá escasez de pescado y el camarón en el mercado local.
Por ello, los comerciantes del Puerto Artesanal de Esmeraldas como Ercilio Tenorio respaldan una acción de protección que interpondrán los armadores. Los barcos de arrastre obtienen un promedio de 150 libras de camarón y 250 de pescado fresco por cada pesca de tres horas.