265 accidentes, este año en Imbabura

En la vía a Zuleta. El sábado pasado la camioneta Mazda impactó a la Toyota; 4 personas murieron.

En la vía a Zuleta. El sábado pasado la camioneta Mazda impactó a la Toyota; 4 personas murieron.

Luz Delgado no puede olvidar el accidente de tránsito del sábado último, en el que su madre María Inga, de 40 años, y tres personas más perdieron la vida.

Las lágrimas descienden por el rostro de esta mujer de 22 años, mientras roza, con sus dos manos, el vientre en el que su niño tiene siete meses de gestación.Delgado fue dada de alta ayer del hospital y se recupera en su casa de los golpes que recibió al caer de la camioneta Toyota, blanca, de placas PPM-173.

El vehículo, que viajaba desde Ibarra rumbo a la comunidad de Zuleta, chocó de frente con una camioneta ploma, marca Mazda.

Delgado, al igual que su madre, su hermana Ana, un sobrino de 6 años, y tres personas más cayeron violentamente del balde de la camioneta, luego del impacto. Eran las 13:30.

Temiendo lo peor para su bebé, se acomodó a un costado de la vía empedrada. No podía pararse por el dolor.

Varios vecinos, entre ellos Luis Delgado, padre de Luz, llegaron pronto. Luis, quien trabaja como cuidador de la hacienda La Magdalena, a pocos metros del lugar del accidente, se alarmó al escuchar el estruendo que produjo el choque, luego por los gritos de auxilio de los afectados.

El hombre, delgado y pálido, no pudo contener su dolor al ver que su esposa María Inga yacía en el piso. Un hilo de sangre fluía de la cabeza de la mujer de cabello cano. Ella estaba sin vida sobre el camino de segundo orden.

No fue la única víctima mortal de este accidente. También pereció Julio Aníbal Sánchez, de 50 años, quien conducía la camioneta Toyota. Él quedó atrapado entre los hierro retorcidos de la cabina.

Junto a él estaban los cuerpos de su hermana Ericilia Sánchez, de 44 años, y su suegra Salomé Perugachi, de 72.

La Policía y los paramédicos de la Central de Atención Ciudadana de Ibarra llegaron media hora después. Trasladaron a los seis heridos y a los cuatro cadáveres hasta la ciudad de Ibarra.

Los uniformados también llevaron a Jorge A., quien conducía el otro vehículo. Él fue detenido por los vecinos de Zuleta, mientras intentaba escapar.

Este accidente de tránsito se suma a cinco más que se produjeron entre viernes y domingo.

El teniente Diego Espinosa, jefe del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) de la Policía de Imbabura, dijo que solamente en el último fin de semana murieron ocho personas y 12 resultaron heridas, en choques, arrollamientos y estrellamiento de vehículos.

Ayer, el comandante de Policía de Imbabura, Rómulo Montalvo, manifestó su procuración.

Dijo que la semana anterior se reportaron 17 accidentes de tránsito. Esto ubica a Imbabura como una de las provincias en la se contabilizan mayores accidentes de tránsito en las vías.

Según los registros del SIAT, solamente en lo que va de este año se han llevado a cabo 265 investigaciones de accidentes de tránsito en la provincia.

Sin embargo, Espinosa teme que pueda haber ocurrido muchos percances más, ya que el SIAT investiga únicamente accidentes en los cuales se han reportado víctimas mortales.

Espinosa asegura que existen problemas pequeños, como rozamientos y choques ligeros, en los que los propietarios de los vehículos llegan a un acuerdo, por lo que no interviene la Policía. “Esos accidentes no se incluyen en las estadísticas de tránsito”.

Entre los fallecidos del fin de semana está, además, un policía.

Se trata de Neris Javier Acurio, quien falleció en la vía Ibarra-San Lorenzo. El vehículo en el que retornaba desde el Control Integrado de San Jerónimo, rumbo a Ibarra, perdió la estabilidad, se estrelló y se volcó.

El uniformado, de 24 años, fue sepultado ayer. Según las investigaciones, uno de los neumáticos delanteros habría estallado.

265 accidentes es una cifra alta en seis meses. Por ello, la Jefatura de Tránsito de Imbabura está diseñando una campaña para educar a los conductores y los peatones de la región.

El propósito es reducir el elevado número de accidentes de tránsito, que dejan mucho dolor en decenas de familias.

Eso lo sabe bien Luz Delgado. Ella tiene sentimientos encontrados. Por un lado llora la muerte de su madre, pero por otro le agradece a Dios porque el hijo, que pronto nacerá, está en buen estado y porque ella tampoco resultó afectada a pesar del choque.

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