215 pistas aéreas sirven a los amazónicos para movilizarse

Glenda giacometti / el comercio

Para viajar desde Puyo a Lorocachi, en el límite con Perú, por el lado de Pastaza, hay dos opciones. La lancha a motor, que tarda de tres a cuatro días, y en avioneta, que toma 45 minutos.
La pista militar construida hace más de 20 años tiene 640 metros de largo. Allí solo pueden aterrizar aviones pequeños. Además de ser una de las más distantes, es una de las 215 pistas localizadas entre las seis provincias amazónicas.
En la comunidad de Lorocachi viven 70 familias, es decir cerca de 300 personas. La mayoría se dedica a la cacería y a la pesca. Sin embargo, por cuestiones de salud, documentos y negocios necesitan salir a Puyo, la ciudad más cercana.
Eduardo Viteri espera los miércoles para salir de su comunidad en la aeronave Twin Otter, de la Fuerza Aérea, para 19 pasajeros. "Si el clima no es bueno, el avión no puede entrar y nos quedamos sea en Lorocachi o en el aeropuerto de Shell (también en Pastaza). Perdemos tiempo y dinero porque nos toca esperar ocho días".
Este servicio es parte de un acuerdo del Ministerio de Defensa con el Instituto para el Ecodesarrollo Amazónico (Ecorae). Se trata del Transporte Aéreo Económico, para colonos o nativos de nacionalidades amazónicas.
La implementación de los vuelos se dio en el 2010. En ese entonces solamente había 20 rutas en la región. Ahora, existen 76, según Tame, empresa que también da sus servicios.
La nave Twin Otter opera desde el aeropuerto Río Amazonas, de Shell, los lunes, miércoles y viernes. En Macas (Morona Santiago) opera los martes y jueves. En ambos casos, el avión va hacia Taisha, Montalvo, Curaray, Tutinentsa y Tena. Según Carlos Viteri, secretario ejecutivo del Ecorae, la demanda es de 48 000 pasajeros al año.
Además, desde mediados del mes pasado, Tame Amazonía inició sus operaciones desde Shell. El comunero de Lorocachi dice que con el nuevo avión solo necesitan completar nueve pasajeros y tener buen clima para viajar. Ambos ofrecen bajos precios. El vuelo cuesta USD 15 y se sale de Shell solo si hay buen clima.
El proyecto de Tame Amazonía trabaja con dos aviones Kodiak 100, fabricados en Estados Unidos por la empresa Quest.
Según Fernando Guerrero, gerente de Tame, estos son ideales para aterrizar en zonas de difícil acceso y hacer actividades de transporte y socorro. Por eso, dice Guerrero, el plan incluye vuelos regulares y no regulares a las 215 pistas.
Cristo Aguinda, de la comunidad Ninamaru, viaja dos veces por mes a Puyo, para hacer gestiones o para chequeos médicos. "Viajar en el Twin es bueno, pero ahora el avión de Tame es moderno y más cómodo". Su desplazamiento implica cuatro horas desde su caserío, en donde viven seis familias, hasta Lorocachi, vía lancha.
Para trasladarse requiere mínimo USD 30. "Son 15 para el avión y 15 para la lancha".
El monto es menor al que pagaría por el servicio privado, "donde el viaje cuesta USD 150. El ahorro es importante", comenta Aguinda.
Una de las ventajas que destaca el agricultor es el seguro. El Gerente de Tame confirma que la empresa cuenta con una póliza de Límite Único Combinado de Responsabilidad Civil por USD 50 millones. El seguro cubre cualquier accidente que sufra el pasajero o su equipaje.
Roberto Andrade, jefe del Aeropuerto de Shell, explica que el alto movimiento de pasajeros con el servicio comunitario convierte a esta terminal en la tercera a escala nacional.
"Tenemos un promedio de 30 000 operaciones anuales".
En el aeródromo funcionan ocho empresas, dos fundaciones y dos escuelas de aviación. La capacidad de los aviones va de tres a nueve pasajeros.
Las operadoras y fundaciones que tienen base en Shell son: Aéreo-Ztenza, TAO, Alas de Esperanza, Alas de Socorro, Aéreo Regional, Escuela de Aviación Pastaza, Aéreo Conexos, Sankip, Fundación Amazónica, Interpropec, Amazonas Air y Aeroka.
Nancy Santi preside la Asociación de Mujeres del Pueblo Ancestral Kausak Sacha. Para su labor, debe salir de su comunidad una vez por semana, en cualquiera de los aviones. "Ahora esperemos que con el avión de Tame podamos ir y volver en la misma semana".
Sisa es una de las siete comunidades que usa el servicio aéreo de Lorocachi.
En contexto
La complejidad geográfica de la Amazonía, así como las grandes distancias entre caseríos y comunidades, vuelven difícil el transporte hacia las ciudades, para realizar trámites, compras o chequeos médicos. Las avionetas acortan el tiempo de viaje de los pobladores.
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