El desenlace fue trágico. Tras 18 días de misteriosa desaparición la mañana de ayer fue encontrado el cuerpo de Yadira N. de siete años. Estaba en el túnel del montacargas del mercado 9 de Octubre, en el centro de Cuenca.
El mal olor alertó a los vendedores y a los usuarios del lugar. Es un túnel de cinco metros de profundidad y está junto al montacargas para transportar carnes.
Yadira desapareció cerca de las 11:00 del pasado 24 de julio, en ese mercado. Cuatro horas antes, el ascensor y el montacargas dejaron de funcionar por un corte de energía eléctrica. En este mercado trabaja Teresa N., la abuela materna, quien asumió hace seis meses el cuidado de la niña y de su hermana de 10 años.
La madre de ellas emigró a EE.UU. Desde entonces, ambas jugaban con los hijos de otras vendedoras. Yadira estudiaba en una escuela de la zona.
Con el corte de luz, la puerta de la parte superior quedó entreabierta y había fácil acceso para las personas. Teresa recuerda que a las 10:00 del 24 de julio sirvió unos mellocos con queso a su nieta y luego se fue a jugar. “Fue el último instante”.
El ascensor y el montacargas no fueron reparados por falta de presupuesto, dijo Rosa Matute, presidenta del mercado.
Pero el tío de la fallecida, Carlos N., dijo que revisaron ese túnel, el parqueadero, las bodegas, los baños… Los Bomberos también cumplieron esa tarea dos días después que los familiares denunciaron la desaparición.
A las 09:00 de ayer, el personal de las entidades de socorro ingresó al túnel y confirmó el hallazgo de la niña. Carlos reconoció a su sobrina que vestía las prendas del día de su desaparición.
A los familiares les queda dudas sobre la muerte de la menor. Ellos sospechaban que fue secuestrada por una venganza a su madre. Su tía Mónica Núñez dijo que la muerte no está clara y esperarán los resultados de la autopsia.
Carlos se molestó con los administradores, a quienes le había solicitado, hace una semana, que se autorizara una nueva búsqueda. “Ellos no lo permitieron”.
El fiscal de Azuay, Lizardo Martínez, dijo que por el avanzado estado de descomposición tenía más de 12 días de fallecida. “La necropsia y los exámenes de criminalística determinarán la causa de su muerte”.
La familia de la pequeña vivió dos semanas de angustia. Ellos reportaron su desaparición ante la Policía Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes. Un equipo de la Unidad Antisecuestro y Extorsión también la buscaba.
Según Carlos, nadie le llamó a pedirle dinero, pero sí recibieron llamadas anónimas que les informaban que había una niña perdida en un bus o deambulando por un parque…“A todos los llamados fuimos, sin embargo eran falsos”.
Ayer, tras el hallazgo este mercado con más de 400 puestos de comida preparada, abasto, frutas, hortalizas… cerró sus puertas para un proceso de limpieza y desinfección al interior y para guardar un día de luto por la niña.