15 000 devotos llegaron a Riobamba para venerar al Rey de Reyes

La iglesia Loma de Quito estuvo hoy, lunes 6 de enero del 2014, llena de fieles a las 10:00. Fue necesario instalar un equipo de amplificación para que las docenas de devotos, que se quedaron en los exteriores, escuchen la misa de fiesta de la imagen Niño Rey de Reyes, que se celebra hace más de 100 años en Riobamba, una ciudad ubicada en los Andes del Ecuador.

La ceremonia finalizó a las 11:00 con la anunciación de los nuevos priostes. Para el 2015, le corresponderá organizar la fiesta al comandante de la Policía Nacional, Juan Zapata, y a los directivos del Centro Deportivo Olmedo.

A la par, en las calles céntricas de Riobamba, cerca de 15 000 personas se apostaron en las veredas para mirar el paso de la imagen del Rey de Reyes. “Pedí permiso en el trabajo para participar del pase. Vengo a verle todos los años y no quise fallarle”, dijo María Guanoluiza, una de las devotas.

El Niño salió de la iglesia en brazos de Francisco Castillo y Luis Vidal, los priostes de este año. “Es una bendición para mi familia ser los priostes. Lo hicimos con todo el corazón por eso estamos emocionados”, contó Vidal.

La procesión recorrió las calles García Moreno, Guayaquil, Unidad Nacional y de regreso por la Argentinos, Carabobo y 10 de Agosto. La escultura fue bañada con pétalos de flores y con perfumes.

Hubo bailes tradicionales como el de los Diablos de Lata de Santa Rosa, los Danzantes de Cacha, la Capitanía. También, participaron comparsas de Perú, que hicieron una demostración de la Marinera Norteña, Caporales, Tinkus y la Morenada de Bolivia.

Los grupos empezaron a arribar a las 07:00. Ellos se ubicaron en las afueras del oratorio ubicado en el barrio Santa Rosa, al este del centro de Riobamba. Este año, se inscribieron 110 grupos de danza, sin embargo, quienes no alcanzaron un cupo, lo efectuaron al final. “El Rey de Reyes me concedió un milagro. Yo le prometí que bailaría para el mientras tenga vida” contó Antonio Merizalde, de 31 años.

Las personajes más tradicionales como payasos, diablos con caretas de lata, curiquingues, participaron en el desfile. Santiago de la Torre, de 26 años, es uno de los más entusiastas. El vestía un pantalón negro, zapatos de charol, una leva roja, la tradicional careta con el rostro del diablo y una larga trenza de cabuya. “Bailo para mi niñito desde que tengo memoria y él siempre me ha bendecido”.

Segundo Mendoza recibió el niño de manos de sus abuelos. Desde que falleció, su viuda, Margarita Llerena de Mendoza y sus hijos se encargan de cuidar de la imagen y mantener el oratorio abierto todos los días del año para que los devotos recen. “Mi niño es milagroso. Hace favores a todos los que se lo piden con fe”, afirmó Margarita.

En la habitación del niño hay cientos de trajes y accesorios que los devotos le obsequian por los favores recibidos. Además hay juguetes, placas de agradecimiento y joyas para decorar sus manos y su cuello.

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