Los miembros de las familias Reyes, Alcívar, Cobeña y Cuadros, de diferentes lugares de la parroquia San Isidro, empezaron ayer los preparativos para los “rezos de las siete noches”, una tradición religiosa de la campiña manabita. Esos cuatro grupos familiares perdieron a 15 seres queridos en el accidente de un bus de la cooperativa Reina del Camino.
Martha Reyes, hermana de Hernán Reyes, quien falleció junto a su esposa Claudia Zambrano, vive en Portoviejo. Durante los siete días que dura la tradición de rezar a los muertos después de su entierro, se quedará en el recinto El Palmar.
Un drama aparte viven los tres niños sobrevivientes que perdieron a sus padres en el accidente. Ellos son Alfredo, Jarixa y Angie. Esta última de siete años lo único que hace es llamar a sus padres en medio del llanto. Alfredo, sentado sobre una silla de ruedas, se recupera de varias fracturas y Jarixa es abrazada por los hermanos de Hernán Reyes, su padre.
La gobernadora de Manabí, María Luisa Moreno, se comprometió ayudar a los niños. Además, confirmó que las víctimas son 37 muertos y 46 heridos.
Los resultados del trabajo de los técnicos en accidentes de la Policía Nacional aún no han sido presentados. Moreno indicó que “lo que se diga en torno a las causas del accidente son comentarios aislados, solo las autoridades correspondientes serán las que, una vez que se tengan los informes de los expertos, puedan emitir las verdaderas causas que terminaron en la tragedia”.
Desde el sábado, 132 autobuses entre servicio ejecutivo y normal de la flota de la Cooperativa Reina de Camino son sometidos a revisión en los patios del comando provincial de la Policía, en Portoviejo. Antonio García, director provincial de Tránsito, dijo que después de la revisión se emitirá un informe.
El funcionario comentó que se analiza también la revisión de los 1 868 autobuses de transporte de pasajeros en Manabí.
Colón Arteaga, gerente de la Cooperativa Reina del Camino, dijo que el cierre de sus oficinas que dispuso el director de la Comisión Nacional de Tránsito, Ricardo Antón, es injusta. Reconoció que el accidente se produjo por una falla mecánica y que hubo imprudencia del chofer . “Nosotros no salimos a matar a nadie, es un accidente”, afirmó.
Las oficinas centrales de la cooperativa de transporte están en Chone y permanecen cerradas desde el viernes anterior, al igual que en otras ciudades del país.