María Fernanda Espinosa presidirá la Asamblea de la ONU desde septiembre del 2018. Foto: EFE
Ecuador ocupará, por segunda ocasión y tras 45 años, la Presidencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Este martes, 5 de junio del 2018, la canciller María Fernanda Espinosa se impuso con 128 votos a su competidora, su par hondureña Mary Elizabeth Flores, quien alcanzó 62.
La diplomática ecuatoriana será la cuarta mujer que ocupa el cargo en los 73 años del organismo, y la primera latinoamericana. Tras conocer el resultado de la votación, que fue secreto entre 192 países asistentes, dedicó su elección a las mujeres que participan en política y se enfrentan al “machismo” y a la “discriminación”.
“Quiero dedicar esta elección a todas las mujeres del mundo que hoy participan en política, que se enfrentan a los ataques políticos y mediáticos marcados por el machismo y la discriminación”, dijo en su discurso en la ONU.
El resultado generó varias reacciones en el país. De un lado, el oficialismo felicitó la designación. El presidente Lenín Moreno, la vicepresidenta María Alejandra Vicuña y legisladores de Alianza País se congratularon con ella.
No obstante, asambleístas de oposición reiteraron que el juicio político, firmado por 59 legisladores, deberá continuar aunque la figura podría cambiar a la censura una vez que renuncie al Ministerio de Relaciones Exteriores. Desde el pasado 24 de mayo, Espinosa goza de una licencia para promover su campaña internacional.
El cargo en la ONU empezará en septiembre próximo y se extenderá por un año. Hasta el cierre de esta edición no se confirmó si Espinosa renunciará inmediatamente a la Cartera de Estado, aunque se conoció que el Presidente estaría analizando varios nombres.
El internacionalista Carlos Estarellas aseguró que de continuar el juicio político no afectaría a la nominación de Espinosa a la ONU, porque ya es un hecho; pero afirmó que su imagen sí podría verse afectada negativamente si no se defiende de las acusaciones del sector opositor.
“Lo uno no tiene nada que ver con lo otro”, refirió.
Wilma Andrade, de la Bancada de Integración Nacional, saludó la elección porque Ecuador logró un importante cargo internacional.
Sin embargo, anotó que el proceso en su contra debe continuar porque se presentaron fundamentos sobre incumplimientos de funciones en el manejo de la crisis de la frontera norte, que derivó en el secuestro de cinco personas y el asesinato de tres de ellas.
También criticó la posición de Ecuador frente a la situación política de Nicaragua y Venezuela, además del caso del activista australiano Julián Assange, quien obtuvo la ciudadanía ecuatoriana. Justamente estos tres temas fueron los argumentos del pedido de juicio político en la Asamblea.
“Cabe recordar que todos los funcionarios están sujetos, hasta un año después de haber dejado sus cargos, a fiscalización en la Asamblea; esto no interrumpiría el proceso, pues continuaría con la censura. Creo que aquí entrarán otros elementos de valoración en el CAL”, dijo Andrade.
Héctor Yépez, legislador de Creo, y la socialcristiana
Cristina Reyes coincidieron en la censura. Yépez explicó que tras la renuncia de Espinosa a la Cancillería ya no habría el efecto de destitución. “Es como ocurrió con el caso de Carlos Pólit, la Asamblea lo censuró cuando ya había presentado la renuncia como contralor”.
Cristina Reyes señaló que la designación de la Canciller es una “victoria personal” de ella y no de los ecuatorianos. Y que eso no la exime de “responder al Ecuador sobre sus incumplimientos frente a la Cartera de servicio extranjero”.
Con la censura -anotó- quedaría inhabilitada para cargos públicos por dos años.
También puntualizó que hay que aclarar los gastos que demandó la campaña internacional de la Canciller y lo que significará en costos su permanencia en Nueva York (EE.UU.), sede de la ONU.
El excanciller Heinz Moeller explicó que Ecuador, al ser el país proponente de ese cargo, deberá asumir gastos como viáticos, domicilio y otros costos. “El cargo es para ella, es a nivel personal”.
Mientras se define quién será el reemplazo de Espinosa, los legisladores opositores piden que el Gobierno Nacional considere a una figura de la diplomacia internacional con una posición clara respecto de temas sobre derechos humanos. Estarellas refirió que el presidente Moreno debe considerar a una persona que estudie las relaciones internacionales para que reestructure el Ministerio de Relaciones Exteriores y dirija la política internacional alejada de ideologías y posiciones.
“La Canciller estuvo en campaña. Espero que ahora que fue elegida, Ecuador ya tome posiciones frontales respecto de lo que ocurre en Venezuela y Nicaragua (…) Quien preside la política internacional es el Presidente de la República, el canciller es el brazo ejecutor, yo espero que el Mandatario nombre a alguien valioso”.
Espinosa causó críticas en febrero pasado con el anuncio de su candidatura. Ello generó el rechazo de Honduras, que acusó a Ecuador de romper un acuerdo para dignidades internacionales.