Ministerio de Justicia empezará a aplicar un nuevo sistema de control digital a las visitas en los centros de reclusión. Foto: Joffre Flores / El Comercio
El Ministerio de Justicia implementó el fin de semana en la Penitenciaría del Litoral, en Guayas, el protocolo de visitas que ya se aplica en los nuevos centros rehabilitación social del país.
El modelo de gestión penitenciaria pretende regular las vistas de familiares, evitar que ingresen objetos prohibidos y sustancias ilegales como droga. Desde hace un año se empezó con la implementación del protocolo en las cárceles que fueron construidas recientemente y en donde también funciona el nuevo sistema de rehabilitación social basado en una política cero ocio, trabajo y estudios continuos.
Una de las normas que impone el Ministerio de Justicia es que cada persona privada de la libertad (ppl) puede recibir hasta 10 allegados en el tiempo que dure su internamiento. Sin embargo, en el día de visitas solo pueden ingresar dos familiares por interno.
En ese manual, la vestimenta de las visitas también fue regulada. Por ejemplo, un familiar no podrá ingresar si lleva chompa, abrigo, short, bermuda, vestido corto, objeto artículos de vidrio o metal. Zapatos de plataforma, pasadores, tacos y botas, carteras, mochilas, billeteras, fundas, cinturones, correas y corbatas.
El protocolo de ingreso de visitas indica además cómo los agentes penitenciarios deben revisar a los bebés. La norma señala que las madres deben llevar un pañal extra para que durante la inspección ella sea la que cambie de pañal, bajo la mirada de una guía, a su hijo. Así se comprobaría que no se está usando al niño para esconder objetos no permitidos.
A los centros de rehabilitación social del país, con una población de cerca de 23 000 internos, se prohíbe también el ingreso de artefactos y dispositivos eléctricos, joyas, bisutería, relojes, lentes o gafas, parasoles, paraguas, alimentos, bebidas, productos de aseo personal, dinero, armas de fuego o réplicas, etc.
El 24 de junio pasado, la Asociación de Familiares de Personas Privadas de la libertad informaron que “ha mejorado el trato a los allegados” durante las visitas a los ppl del Centro de Rehabilitación Social de Cotopaxi. Luego del traslado de los internos del complejo del expenal García Moreno de Quito, en febrero pasado, los familiares debían bajarse sus pantalones y ropa interior como parte de la inspección.
Según indicaron los familiares ese trato se repetía cada fin de semana y lo denunciaron a organizaciones de derechos humanos. Pero en junio, a asociación indicó que escáneres para detección de metales empezaron a funcionar en el centro y a partir de ahí se evitó ese tipo de inspección.