Los turistas coparon ayer la playa de Salinas. Foto: Enrique Pesantes/ El Comercio
La arena, el mar y la brisa de la noche en Salinas, uno de los balnearios más populares de la provincia de Santa Elena, atraen a miles de turistas que buscan recibir el Año Nuevo en medio de un ambiente playero.
Ubicada a dos horas y media de Guayaquil, la playa de Salinas volvió a ser el 31 de diciembre el escenario para recibir el nuevo año, en medio de fuegos artificiales y la quema de los tradicionales monigotes, que los turistas de varios puntos del país llevaron en la noche hasta el malecón del balneario.
Vicente Urresta, un guayaquileño que retornó de los Estados Unidos hace dos años, estuvo en el festejo. “Es la primera vez que vengo y me pareció excelente, fue un espectáculo precioso ver todos los años viejos en la arena y despedir así el 2015, el malecón estaba repleto”.
En el primer día del 2016, este balneario acogió nuevamente a miles de turistas, con una playa limpia de todos los restos de la quema de los monigotes, con un mar claro y un sol radiante, ideales para quienes buscan broncearse.
A las 05:00 de ayer, las cuadrillas de limpieza del Municipio de Salinas y de las asociaciones de comerciantes limpiaron el sitio.
Carlos Hidalgo, que alquila carpas, contó que el arribo de visitantes es menor que la del fin de año anterior. “Este año lo que nos afectó fue que el 31 de diciembre no fue día libre y hay mucha gente que recién está viniendo”.
Hasta el mediodía quedaban disponibles cuatro de las 10 sombrillas con sillas que renta el comerciante por USD 4.
Aún así, las expectativas de que las visitas se incrementaran hasta mañana son buenas, por la ocupación hotelera que los operadores proyectan alta.
Rosmary Aguirre, recepcionista del Hotel Casa Blanca, frente al malecón, dijo que las 21 habitaciones están ocupadas hasta el final de feriado. “Para estas fechas las reservaciones son desde noviembre, por la cantidad de gente que busca venir a pasar aquí”.
Bañistas de la Sierra, Costa e incluso internacionales paseaban y se divertían por la mañana en esta playa.
Matías de Jesús, oriundo de Cuenca, llegó ayer con 30 acompañantes, entre familiares y amigos. “Rentamos furgonetas y como estamos cerca llegamos temprano. Está linda la playa, los precios los veo bien también”. El presupuesto de hospedaje de este grupo fue de USD 15 por persona en un hostal. Planearon quedarse hasta mañana.
La familia de Jimmy García, en cambio, llegó desde Perú con USD 1 000 para hacer turismo hasta el martes en Salinas. “Es la segunda vez que venimos, somos de la ciudad de Talara. Nos gusta venir porque es como un Miami chiquito para nosotros, la atención en todo ha sido espectacular”.
La diversión en Salinas va desde los paseos en bote que cuestan unos USD 10 por personas, hasta los viajes en kayak y en banana que bordean los mismos precios.
La gastronomía ofrece una variedad en mariscos, con precios desde los USD 7, para un plato de arroz con pescado, como el que se vende en el local De Alfredo, o el cebiche de camarón por USD 8,50 en el local de Isabelita y Don Bayo.