El parque Nacional Cotopaxi fue una de las áreas protegidas más visitadas del país. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO.
Un cielo despejado de verano permitió ver, durante una gran parte de este 24 de agosto del 2016, una nube de vapor que salía del volcán Cotopaxi y se dispersaba por el lado occidental de esta elevación.
Los fueres vientos levantaron una capa de ceniza de este volcán y también del Tungurahua, asentados en la cordillera andina del país. El fenómeno natural se pudo observar desde diferentes sectores de la Sierra Centro como Ambato, Latacunga y la Panamericana Sur o la carretera E35.
Los técnicos de la Secretaria de Gestión de Riesgos (SGR) informaron que el fenómeno natural no representa peligro para las comunidades ubicadas en las zonas consideradas de riesgo.
Según Fernando Suárez, gobernador de Cotopaxi, fueron los fuertes vientos los que removieron el polvo volcánico hacia el lado occidental. Una parte del material volcánico se quedó depositado en el flanco sur y suroccidente del macizo.
La autoridad provincial indicó que los vientos también generaron una nube de polvo gris que fue reportada por los pobladores y por los visitantes del Parque Nacional Cotopaxi. “Las condiciones climáticas en los últimos días permiten observar este fenómeno. La actividad en el volcán Cotopaxi es considerada baja según los informes diarios del Instituto Geofísico“, comentó Suárez.
El Instituto Geofïsico de la Escuela Politécnica Nacional recordó que la actividad eruptiva del Cotopaxi aún es considerada baja con pocos eventos sísmicos. A nivel superficial, es decir la actividad visible, se ha caracterizado los últimos días por emisiones de intermitentes de vapor de gas. Esto fue lo que se divisó durante esta mañana.
“Generalmente estas se mantienen al nivel del cráter y solo en contadas ocasiones superan los 500 metros”, indicó un informe de esta entidad. Según el Geofísico, los vientos de este mes de agosto, con dirección de oriente a occidente “producen un efecto aerodinámico debido a la topografía del cono volcánico”. Por esta razón la nube de material se desliza por el lado occidental del coloso.
El viento también ha hecho que la ceniza que estaba depositada en el lado occidental del volcán, y que fue arrojada cuando la actividad era alta tras la reactivación del 2015, también sea removida de ese lugar.
Mientras los técnicos del Observatorio del Volcán Tungurahua confirmaron que el ceniza depositada en las quebradas de este coloso también se levantó por los fuertes vientos.