Ecuador busca reducir la brecha comercial con China

El presidente Xi Jinping estará en el país el jueves y el viernes. Se considera una oportunidad para impulsar acuerdos comerciales. Fotos: Enrique Pesantes y Galo Paguay/ Archivo/ EL COMERCIO.

El presidente Xi Jinping estará en el país el jueves y el viernes. Se considera una oportunidad para impulsar acuerdos comerciales. Fotos: Enrique Pesantes y Galo Paguay/ Archivo/ EL COMERCIO.

El presidente Xi Jinping estará en el país el jueves y el viernes. Se considera una oportunidad para impulsar acuerdos comerciales. Fotos: Enrique Pesantes y Galo Paguay/ Archivo/ EL COMERCIO.

La visita del presidente de China, Xi Jinping, a Ecuador se considera histórica y una gran oportunidad para cerrar negocios comerciales. Dos de los objetivos son impulsar la entrada de productos no tradicionales al país asiático y negociar la reducción arancelaria al banano, camarón y flores.

La presencia de Xi Jinping en Quito el 17 y 18 de noviembre tiene como punto central la inauguración del proyecto hidroeléctrico Coca-Codo Sinclair. Es la mayor obra del Gobierno, que se levantó con financiamiento y empresas chinas por USD 2 200 millones.

La primera visita de un mandatario chino, desde que ambos países iniciaron relaciones en 1980, genera expectativas para caminar hacia acuerdos que logren equilibrar la balanza comercial, históricamente deficitaria para el Ecuador. En el 2013 la balanza comercial no petrolera alcanzó un ‘pico’ negativo de USD 3 002 millones y en el 2015 se ubicó en USD 2 517 millones, según cifras del BCE. Una realidad no ajena para otros países de la región que tienen saldos en rojo con la segunda potencia mundial.

Para la Cámara de Comercio Ecuatoriano-China, la visita debería ser una oportunidad para negociar al más alto nivel una agenda de cuatro temas. La eliminación de aranceles para banano, que paga una tasa del 10%, el camarón que tiene 22% (5% de arancel y 17% de IVA) y las flores que pagan el 10%. Además, la reducción de los tiempos para obtener las certificaciones fitosanitarias que podrían impulsar la entrada de productos como pitahaya, piña, papaya, granadilla, uvilla y aguacate.

Otro tema sería presentar un paquete de proyectos privados para impulsar la innovación y la tecnología en el sector agrícola. Y un último punto, que Ecuador pueda establecer preferencias arancelarias para bienes de capital chinos que no se produzcan en Ecuador.

José Antonio Hidalgo, director de la Cámara Binacional, menciona que actualmente el país exporta unos USD 600 millones en productos no petroleros a China. Pero con la reducción arancelaria y la diversificación en dos o tres años serían USD 1 200 millones.

“A Ecuador no le conviene un Tratado de Libre Comercio, pero sí un acuerdo comercial limitado”, según Hidalgo.

En América Latina hay antecedentes positivos de las visitas de Jinping y altos funcionarios chinos. En el 2013 los presidentes de China y México elevaron la relación de sus países a nivel de asociación estratégica. Firmaron lo que se llamó el ‘pacto tequila’, que permitió que la bebida nacional mexicana entrara como uno de los ingredientes principales a ese mercado.

En el 2015, el aguacate peruano logró lo propio y esta semana se espera conseguir el ingreso del arándano. El líder chino estará en Lima para asistir a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y también visitará oficialmente Chile.

El banano y el camarón siguen siendo los principales productos agropecuarios que Ecuador exporta al gigante asiático. También, pero en menor cantidad, madera aserrada, particularmente de balsa, cacao, harina de pescado; y, desde octubre pasado, mango.

Los primeros embarques de banano se realizaron en 1982 cuando obtuvo el permiso fitosanitario. Segundo Wong abrió la ruta para este producto que se considera un obsequio de lujo en las festividades del año nuevo chino, la fiesta del Medio Otoño y otras. Las ventas de esta fruta pasaron de USD 35,4 millones en el 2011, a casi 190 millones el 2015.

Eduardo Ledesma, director de la Asociación de Exportadores del Ecuador, espera que el acercamiento bilateral se traduzca en mayores facilidades para ingresar a ese país. “Si se reduce o elimina el arancel, las exportaciones se incrementarían en más de un 10%”, menciona Gustavo Marún, directivo de la Corporación de Bananeros Ecuatorianos.

En el caso del camarón, José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura, desea que el arancel que paga el producto se elimine. “Sin aranceles, nuestras previsiones son multiplicar por cinco nuestras exportaciones de camarón, hasta alcanzar USD 600 millones”.

Ecuador vendió a China USD 41 millones en camarones y langostinos entre enero y agosto de este año, una reducción drástica con relación al mismo período del 2015, cuando se vendió USD 77 millones.

Uno de los mayores frenos para el ingreso de la oferta agropecuaria nacional a China son sus fuertes normas fitosanitarias. Wang Liegang, vicedirector de la oficina de asuntos extranjeros de la ciudad china Yiwu, dijo que todos los productos alimenticios tienen que cumplir las inspecciones de cuarentena y sanidad para ingresar, que son muy exigentes.

El mango ecuatoriano debió esperar 13 años para entrar a China. El primer embarque de mango se concretó a mediados de octubre pasado. La firma Pivano envió un cargamento de 20 000 cajas vía aérea. Sergio Cedeño, gerente de la compañía y presidente de la Fundación Mango -que representa al gremio exportador- consideró que los embarques se pueden incrementar si la logística para los envíos mejora. De momento solo se hace por vía aérea, y se espera que hayan condiciones para hacerlo por mar.

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