Desde el 2014 se reportan oficialmente graves daños en las obras de infraestructura y en los equipos de la planta de gas licuado de Bajo Alto. Foto: Cortesía El Ciudadano
Las principales autoridades en Ecuador de la empresa española Ros Roca Indox, Paúl U. P. (representante legal) y Salvador R. E. (presidente y propietario), están prófugos de la justicia ecuatoriana.
Ambos están implicados en la instrucción fiscal que desde el pasado 5 de noviembre formuló cargos por la intempestiva suspensión de las operaciones en la planta de licuefacción de gas, que inicialmente tenía previsto producir 200 toneladas de gas natural licuado por día. Las instalaciones están ubicadas en el cantón El Guabo, de la comuna de Bajo Alto, en la provincia de El Oro.
La jueza de garantías penales María Fernanda Gallardo ordenó la prisión preventiva de ambos representantes y también dispuso la intervención de la compañía y la inmovilización de sus bienes y fondos en el país.
El 20 de febrero del 2015, sin ninguna razón, el personal operativo de Ros Roca abandonó la planta de licuefacción de gas, lo que dejó tres generadores eléctricos fuera de servicio e inconclusos los trabajos de reparación que estaban en marcha.
Con la parada de los generadores, la planta no contaba con la potencia eléctrica necesaria para encender el compresor Cameron, equipo indispensable para la licuefacción de gas.
Únicamente el personal de la empresa española tenía el conocimiento, claves de acceso y tarjetas electrónicas para la operación y funcionamiento de la planta. Esto ocasionó la paralización del servicio público de distribución de gas a varias industrias y a decenas de personas que residen en Bajo Alto, indicó el fiscal del Guabo, José Sánchez.
La planta, inaugurada el 21 de noviembre del 2011, fue construida por Ros Roca, que recibió por el contrato USD 49,2 millones. Un año después, la misma firma fue contratada para brindar el servicio de mantenimiento y suministro de combustibles para la operatividad de la planta, por el cual recibió USD 10,6 millones.
A pesar de su reciente construcción, en 2014 empezaron a evidenciarse graves fallas en las obras de infraestructura y en los equipos, que fueron evaluados en varias ocasiones por personal de la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero (ARCH).
Los funcionarios establecieron, entre otras cosas, que las losas perimetrales de los tanques de almacenamiento de gas tenían fallas por tracción o estaban fisuradas y que mostraban un hundimiento de hasta 8 centímetros. Además, que en la planta de generación de nitrógeno era notorio un asentamiento diferencial, lo que ocasionaba esfuerzos entre equipos y tuberías. “Existen tuberías sometidas a grandes esfuerzos mecánicos que han variado su posición”.
En estas últimas semanas la Fiscalía tomó las versiones de varios exempleados de Ros Roca. Ellos indicaron que la orden para que abandonaran la planta fue de Paúl U.P. Él se desempeñaba como representante legal de la compañía.
El agente investigador designado por la Fiscalía es Fabián Hurtado, quien conjuntamente con el Fiscal se trasladó hasta la planta, donde ingresó al sistema de las computadoras usadas por los empleados españoles y rumanos de Ros Roca, presumiendo que habían borrado información. Esos equipos hoy están a órdenes de la Fiscalía y son custodiados por la Policía Judicial.
En estos días arribará a la localidad Manuel Zambrano, quien realizará el peritaje de los generadores. Así mismo, se ofició al delegado del Consejo de la Judicatura en El Oro, solicitándole un listado de profesionales acreditados para que uno de ellos determine el perjuicio. Además, se solicitó asistencia penal internacional a España, para que se reciban las versiones de un procesado y un sospechoso, respectivamente, lo que no ha sido respondido. Igualmente, se requirió a Interpol que remita información sobre varios ciudadanos españoles y rumanos involucrados en este caso.
Este Diario pidió a Ros Roca, vía correo electrónico, su versión sobre el juicio instaurado en su contra, pero no obtuvo una respuesta.
Actualmente la planta opera a la mitad de su capacidad, según informó Petroecuador. Produce 100 toneladas métricas de gas por día, una vez que los técnicos solucionaron los problemas más críticos encontrados por los hundimientos en las instalaciones.
Mientras los equipos se sincronizan y los sistemas de procesamiento de gas natural licuado se normalizan, la planta espera alcanzar una producción diaria de 120 toneladas. Todos los días cuatro tanqueros tipo cisterna, con sistema criogénico de 20 toneladas métricas, cada uno, salen desde la planta para distribuir a los sectores industriales de la cerámica y del vidrio en Cuenca, Guayaquil y Quito.
La habilitación de la planta tardó cinco meses con el cambio de algunos equipos y la intervención de técnicos de Petroecuador y de las empresas Worley Parsons, MMR, Poweron y Siemens. Se prevé que el problema de los hundimientos podría solucionarse a fines de este año.
El gas, que proviene del campo Amistad, en el golfo de Guayaquil, es procesado en la planta de Bajo Alto donde el proceso de licuefacción se realiza al bajar la temperatura con nitrógeno a menos 160 grados para trasformar el gas al estado líquido, lo que facilita su transportación.
El abastecimiento de este combustible se realiza mediante dos islas de carga con estrictas medidas de seguridad. Allí, auto tanques con capacidad para transportar 20 TM de producto, salen desde Bajo Alto, hacia las ciudades de Cuenca, Guayaquil y Quito.
En contexto
La empresa Ros Roca Indox recibió USD 59,8 millones por la construcción y mantenimiento de la planta de licuefacción de gas en El Oro. En medio de los trabajos de la reparación de graves fallas detectadas, su personal abandonó las instalaciones de Bajo Alto.