Ecuador presenta hoy su plan ambiental
Redacción Sociedad
Ecuador trata de hacerse escuchar en medio de ese ajetreado y vertiginoso mundo en que está convertido el Centro Bella, en Copenhague, Dinamarca. Mediante tres iniciativas intenta captar la atención de las otras 191 delegaciones en la Cumbre de Cambio Climático.
Hoy, la delegación ecuatoriana, a través de ruedas de prensa y otros eventos, promocionará la Iniciativa Yasuní-ITT, con la que busca dejar 846 millones de barriles de crudo pesado bajo tierra en la Amazonia.
Se suman el programa Socio Bosque, con el cual busca conservar los bosques primarios y una estrategia de eficiencia energética, en especial a través de proyectos hidroeléctricos.
Según Carolina Zambrano, subsecretaria de Cambio Climático, la propuesta ecuatoriana se sustenta en ser el primer país en la región en incluir en su Constitución a los derechos de la naturaleza. Aparte de haber declarado a la adaptación y a la mitigación como política de Estado, a través del Decreto Ejecutivo 1815, del 1 de julio. Y hace dos semanas se creó la Subsecretaría Nacional de Cambio Climático.
Sin embargo, pese a esos avances, aún hay deficiencias como aquella de que el presupuesto 2009 para esta tarea apenas fue de USD 50 000 y subirá a USD 80 000. Esos montos son destinados a la administración, consultorías, talleres y monitoreos de proyectos para frenar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases contaminantes.
Zambrano justificó al decir que es una política transversal que involucra a ministerios como Agricultura, Energía Renovable, Recursos no Renovables..., a través de planes que cada uno impulsa.
No obstante, Fernando Espinosa, decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad Internacional, consideró que el país, al ser responsable de no más del 0,10% del total de emisiones, no debería priorizar a la mitigación, sino de dar mayor importancia a la adaptación. “Tiene que exigir a los países desarrollados el apoyo y transferencia de tecnologías”.
Insistió en que Ecuador trabaja en varios proyectos y consultorías sobre los efectos. Pero no dispone de un verdadero plan de contingencia. “Por ejemplo, los agricultores deberían recibir alertas tempranas para saber si deben sembrar o no ante potenciales estiajes como el actual”.
El crudo bajo tierra en el YasunÍ
LA PROPUESTA
En 2007, Ecuador sorprendió con su propuesta de no explotar 846 millones de barriles de crudo. Según los cálculos, por esta reserva del bloque Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT), en pleno Yasuní, el país dejaría de percibir USD 6 979 millones.
Pero espera que la comunidad internacional aporte con al menos el 50% de ese monto, adquiriendo los Certificados de Garantía Yasuní, una especie de bonos de carbono. El Gobierno, a través de giras de sus delegados, del Canciller y del presidente Rafael Correa, promocionó la iniciativa en países europeos y otros. Con lo recaudado se vigilaría la supervivencia de los pueblos no contactados tagaeri y taromenane, se impulsaría el desarrollo comunitario y el cuidado de áreas protegidas.
LAS OBSERVACIONES
El mundo ve a esta propuesta como innovadora. Incluso surgieron ofertas de apoyo como las de Alemania y España. Pero hasta ahora nadie se atreve a formalizar ese respaldo.
Fernando Espinosa, basado en su experiencia en gestionar fondos internacionales, sentenció que “es un ejercicio que no tendrá éxito, porque no recuperarán todo el dinero que se obtendría por la venta de ese crudo”. Aparte que “hay prioridades diferentes a las que incluye la iniciativa. Hay cosas más importantes como atender a más del 50% de la población que está en la extrema pobreza”.
Alberto Acosta, ex ministro de Minas y Petróleo, y Espinosa coincidieron en que debería existir un plan más integral para salvar a todo el Parque Yasuní.
Para cuidar el bosque primario
LA PROPUESTA
El programa Socio Bosque nació como un intento por frenar a deforestación. Para eso entrega un incentivo de USD 35 anuales por cada hectárea de bosque primario conservado a propietarios individuales y programas comunitarios. Para esto se incluye en el presupuesto del Estado USD 1 millón anual.
La meta es cubrir 4 millones de hectáreas, el 30% de la actual cobertura vegetal del país sin contar con las áreas protegidas. En 2008 cubrió a 180 219 hectáreas, en comunidades de Esmeraldas y Napo. Para diciembre de 2010 se espera llegar a 432 000 hectáreas.
Este plan también incluye al programa Socio Páramo, que busca evitar que la frontera agrícola avance en detrimento de las fuentes de agua.
LAS OBSERVACIONES
Si bien nació con la intención de bajar las tasas de deforestación, aún resulta insuficiente frente a las más de 198 000 hectáreas anuales deforestadas. Esa cifra fue señalada en reiteradas ocasiones por la ministra del Ambiente, Marcela Aguiñaga.
Es una buena opción frente al pago de entre USD 4 y 5 anuales por hectárea por parte de las madereras. Pero Cristian Terán, experto en bosques de Rainforest Alliance, reconoció que se vuelve débil frente a las ofertas de las petroleras que dan entre USD 400 y 500 anuales. “Esto a través de la entrega a campesinos e indígenas de camionetas, casas, sueldos, motores fuera de borda...”. Insistió en que falta un seguimiento para asegurar un buen destino de los recursos que reciben los beneficiarios.
Para la eficiencia energética
LA PROPUESTA
Con este proyecto, Ecuador pretende que su generación eléctrica pase del 43% al 80% de producción hidroeléctrica, complementada con un 10% de energía renovable hacia 2020. Para esta última se busca, según Roberto Custode, director de Energía Renovable, impulsar en especial la producción eólica y fotovoltaica. Aparte de lograr que Galápagos consolide su plan de 0 combustibles fósiles.
Dentro de esta propuesta, el Gobierno proyecta la construcción de 13 minicentrales hidroeléctricas, aparte de la instalación de 1 223 sistemas solares fotovoltaicos en comunidades de Esmeraldas y Napo.
Otro mecanismo - cuestionado en estos días- es la importancia y la entrega gratuita de focos ahorradores.
LAS OBSERVACIONES
Pese a evitar el consumo de combustible fósil para la generación eléctrica, la producción hidroeléctrica afronta problemas como el no ser del todo eficiente. En especial frente a períodos de estiaje como el actual. Además, los ambientalistas radicales argumentan afectación al medioambiente, sobre todo al desviar los cursos de los ríos, lo que a su vez afecta a la biodiversidad de la zona.
En cuanto a las energías eólica y fotovoltaica, Fernando Espinosa agrega que estas resultan demasiado costosas y, por lo tanto, difíciles de concretar. “Por eso creo que una buena opción es apostar por el aprovechamiento de la energía geotérmica. Por su ubicación, Ecuador tiene grandes fuentes de este tipo de energía”.