Ecuador no exigirá pasaporte, pedirá una cédula certificada

Hasta el Centro Binacional de Atención Fronteriza, en Huaquillas, en el sur, llegaron los buses del corredor humanitario que trasladaron a los venezolanos. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

Hasta el Centro Binacional de Atención Fronteriza, en Huaquillas, en el sur, llegaron los buses del corredor humanitario que trasladaron a los venezolanos. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

Hasta el Centro Binacional de Atención Fronteriza, en Huaquillas, en el sur, llegaron los buses del corredor humanitario que trasladaron a los venezolanos. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

Ecuador no exigirá el pasaporte a los venezolanos que ingresen al país durante 45 días.

Una resolución judicial dio paso ayer, 24 de agosto del 2018, a las medidas cautelares solicitadas por la Defensoría del Pueblo en contra del Acuerdo Ministerial 242 de la Cancillería, que estableció ese documento como requisito.

Sin embargo, horas después, la Secom informó que el Gobierno se allana a la sentencia de la jueza Judith Naranjo, pero comunicó una nueva decisión migratoria del Ministerio de Relaciones Exteriores.

En un nuevo acuerdo se exige que para ingresar al país, los venezolanos presentarán un certificado de validez de la cédula de identidad, emitido por un organismo regional o internacional reconocido por el Gobierno del Ecuador; o un certificado de validez de dicho documento, emitido por entidades autorizadas al efecto por el Gobierno de Venezuela “debidamente apostillado”.

Tras la sentencia de la jueza Naranjo, el defensor Ernesto Pazmiño declaró que la Defensoría “aplaude esta decisión” que lo que hace es reconocer “el derecho de las personas a emigrar”. Lo dijo luego de la audiencia de cuatro horas.

Naranjo reconoció que Ecuador garantiza la libre movilidad y ha firmado tratados internacionales que lo ratifican. Además, la Ley Orgánica de Movilidad Humana establece que para el ingreso y salida los ciudadanos suda­mericanos solo deben presentar su cédula de identidad de la nación de origen.

Ella dispuso que durante los 45 días de la medida, la Cancillería deberá desarrollar un plan integral para regular el flujo migratorio.

La sentencia judicial ecuatoriana se dio a pocas horas de que entrara en vigor una medida similar del Gobierno peruano. El drama de los venezolanos se ha trasladado a la frontera común Ecuador-Perú, en el sur del país.

Los primeros 10 buses, parte del corredor humanitario que estableció el Gobierno, llegaron la madrugada de ayer. Y otros cinco llegaron a las 21:30, con 120 venezolanos. Atravesaron el país, desde el puente de Rumichaca en Tulcán, en el norte, hasta el Centro Binacional de Atención Fronteriza (Cebaf) en Huaquillas, en el sur, que colinda con Aguas Verdes, el lado peruano.

Son dos los centros que existen en la frontera, uno lo administra Ecuador y el otro Perú. Es aquí donde el viajero debe sellar la salida de una nación y la entrada a la otra. Hasta ayer se podía presentar la cédula. Pero desde hoy rige en el vecino país un Decreto que exige a los ciudadanos venezolanos el uso del pasaporte.

A Cledy Núñez, de 41 años, le tomó 10 días llegar desde Trujillo (Venezuela) a Ecuador con sus dos hijos, de 15 y 16. La falta de dinero hizo que ellos caminaran jornadas de cinco horas y pidieran aventón desde Bogotá, Colombia.

En Tulcán logró coger un bus que los llevó hasta Huaquillas. Sin embargo, esperaba la llegada de su esposa desde Manta, para cruzar a Perú antes de la vigencia de la medida. Él y sus hijos no tienen pasaporte. La solicitud del documento se truncó tres veces en su país y decidió venir solo con cédula.

Desde la noche del jueves duerme con sus hijos en las veredas del Cebaf de Ecuador, así como decenas de venezolanos. Entre ellos estaba Morelis Acosta, de 29 años. Proviene de Guárico. Es enfermera de profesión y tardó un año y medio en obtener el pasaporte. Llegó a Tulcán el miércoles y desde la tarde del jueves está en Huaquillas. Viajó con seis amigos y ayer se encargaba de cuidar el equipaje en la vereda, mientras sus compañeros hacían sellar los documentos.

La atención migratoria para quienes portaban el pasaporte fue rápida, por lo que no hubo desmanes ni grandes aglomeraciones. Las autoridades nacionales calculan que ayer cruzaron hacia Perú 2 000 emigrantes venezolanos. El flujo anterior promedio era de 800 personas, según la gobernadora de El Oro, Rosa López.

El corredor humanitario es de 35 buses, según el Ministerio del Interior. Es un recorrido de 800 kilómetros. El viaje dura entre 15 y 16 horas y desde las 05:00 de ayer los buses llegaban en caravana.

En Ambato y Riobamba se instalaron puntos de atención de salud del Ministerio de Salud Pública, para los venezolanos. Un grupo de médicos atendió deshidratación, gastroenteritis y cefaleas.

Desde el control fronterizo peruano, la intención es avanzar a Tumbes para luego ir a Lima. En el Cebaf de Perú, desde las 06:00, grupos de voluntarios peruanos llegaron para recibirlos. Stefany Díaz, de 21 años, es una de ellos. La joven se instaló con cuatro amigos a brindar sánduches de pollo, frutas y chocolate caliente a los viajeros que hacían fila para ingresar a una de las tres ventanillas de las oficinas migratorias.

Duglymar Acosta, de 26 años, con su esposo William Ochoa, de 34, y su bebé de 10 meses, vinieron en uno de los buses del corredor humanitario. La pareja, oriunda de Zulia, entiende la medida solicitada por los países vecinos.

La gobernadora de El Oro confirmó la creación de un puesto de mando unificado para atender a los venezolanos. También llegó personal militar que se desplegó en el sector, mientras que la Policía instaló carpas de vigilancia.

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