Redacción Negocios
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Carlos Cuadrado suspira, toma aire, se queda en silencio unos segundos y finalmente sentencia “¡Son tantas las trabas en este país!”. Tiene una pequeña empresa de confección de ropa y un sinfín de problemas para sostener su negocio.
“¿Cuál es el clima para los negocios aquí? ¡Malo! La inseguridad jurídica no nos motiva a seguir invirtiendo. Nos quieren imponer un impuesto a la salida de capitales del 2% y pretenden incrementar el salario mínimo. Y si a eso sumamos el aumento de la informalidad y la idiosincrasia misma de nuestros trabajadores, que no ponen todo su esfuerzo como lo hacen cuando van a EE.UU. o España, el panorama no es bueno”.
Entre los empresarios, el diagnóstico de la facilidad para hacer negocios en el país coincide con el informe presentado anoche por la Corporación Financiera Internacional(IFC, por sus siglas en inglés) y el Banco Mundial.
Según el reporte “Doing Business”, que se presenta anualmente, Ecuador bajó dos puestos más en la clasificación mundial en “Facilidad de hacer negocios”, al pasar del lugar 133, en 2008, al 138 en este año, de entre 183 países. Regionalmente, solo está clasificada por encima de Honduras, Haití, Bolivia y Venezuela. “Ecuador no ha realizado reformas significativas”. Esa es la escueta conclusión del informe.
Sebastián Hurtado, presidente del Comité de Economía de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana, explica que la calificación de Ecuador en este informe mundial se ha deteriorado cada año y se ha profundizado en los últimos por las “excesivas regulaciones gubernamentales. Eso dificulta el desarrollo de los negocios y la generación de empleo”.
En eso coincide Sebastián Borja, presidente de la Cámara de Industrias y Producción. “El país enfrenta complicaciones para la generación de empleo, especialmente en materia salarial y de flexibilidad laboral.
En el informe ‘Doing Business’ del año pasado, por ejemplo, ya se registró la mayor brecha entre Ecuador y la región en temas como horarios y costos de despido. Así mismo, materia salarial, en Ecuador se ha aumentado salarios por encima del aumento de la productividad del trabajo en las empresas”.
Para Owaldo Holguín, titular de la Cámara de Industrias de Tungurahua, actualmente el principal problema del país nace de la falta de consenso entre los actores económicos. “El Gobierno toma las decisiones en materia productiva sin tomar en cuenta nuestra opinión. No hay diálogo, no hay estudios técnicos. Y la reforma tributaria que se debate en la Asamblea va por el mismo camino”.
De la parte gubernamental, hasta el cierre de esta edición, no se recibió un pronunciamiento de los ministros Xavier Abad, de Industrias y Nathalie Cely, coordinadora de la Producción.
Solo en la Superintendencia de Compañías, Monserrat Polanco, jefa del Centro de Atención al Usuario, defendió que “se han hecho avances para la generación de negocios, como mejorar la infraestructura física y los procesos de las instituciones. El 24 de agosto inauguramos un sistema de atención digitalizado que nos ha permitido disminuir el tiempo de los trámites. Antes, despachábamos en unos 15 días, hoy se lo hace en una semana, si los usuarios presentan todo en orden”.
El beneficio lo ha sentido Xavier Caspi, de la empresa Promacorp, quien asegura que “lo que antes me demoraba seis días hoy lo hago en la mitad”.
El abogado en ejercicio libre, Miguel Puente, también cree que los trámites burocráticos se han acortado, pero aseguró que hay ocasiones que “las decisiones se quedan en los mandos altos solo porque sí. En una ocasión, me llevó un poco más de un año liquidar una empresa, solo esperando la firma del Superintendente”.
A diario, en la Superintendencia de Compañías se atienden a unas 700 personas en trámites como certificaciones, denominaciones y documentación.