Redacción Guayaquil
La intención de retomar las conversaciones comerciales con la Unión Europea (UE) obligará al Ministerio de Relaciones Exteriores a rearmar un nuevo equipo de trabajo.
La idea es que se capaciten y analicen cada una de las mesas de negociación que se quedaron con temas pendientes.
Aunque el Gobierno dijo en julio pasado que seguiría de cerca la negociación con la Unión Europea, al poco tiempo desarmó el equipo de negociación.
Ahora, el tiempo de preparación que tendrá el equipo será corto, pues el objetivo es que se reanuden en febrero de 2010.
Méntor Villagómez, jefe negociador con la UE, y el único que se mantiene en las conversaciones, sostuvo que en enero próximo se podrá estructurar nuevamente al equipo y elaborar las propuestas de renegociación.
Si el conflicto bananero se resuelve la próxima semana, y si la UE logra convencer al presidente Rafael Correa de los avances en el diálogo político y de cooperación, las negociaciones se reiniciarán inmediatamente.
Según Villagómez, también se realizarán seminarios y talleres para debatir temas constitucionales que son claves para la reinserción en la renegociación.
Para Rubén Flores, ex vocero andino para las negociaciones entre la CAN y la UE, todavía no hay una decisión política para negociar y no se conoce cómo quedaron las mesas de negociación. “No sé si haya una decisión y eso hay que definir con mucha claridad. Ahora el nuevo Ministro de Relaciones Exteriores deberá seleccionar a su equipo”.
Villagómez contó que Ecuador registró avances significativos en las mesas de origen, obstáculos técnicos al comercio, asistencia en cooperación, asuntos aduaneros y comercio y desarrollo sustentable. Aunque se estancó en los temas relacionados con propiedad intelectual, agricultura, compras públicas, competencia, movilidad de capitales, servicios y establecimientos.
Mientras que cinco temas no quedaron resueltos como la libre circulación de bienes, salvaguardias, medidas disconformes, participación de la sociedad civil y la cláusula democrática.
Según Villagómez, hay temas que Ecuador no tiene inconvenientes en aceptarlos pero Colombia y Perú ponen barreras. Por ejemplo, en las cláusulas democráticas, se dice que los beneficios del acuerdo podrán ser suspendidos si se irrespetan los derechos humanos. “Para Ecuador no hay problemas pero causa recelo en Perú y Colombia”.