Patrullaje de miembros de las ‘juntas anticuatreras’ en las calles de Ventanas, en Los Ríos. Foto: Captura
Carlos da órdenes a dos jornaleros que fumigan sus sembradíos de maíz, ubicados a un costado de la carretera que conecta el recinto Aguas Frías con el centro de la parroquia Zapotal, en Ventanas, Los Ríos.
En 30 días empezará la cosecha de mazorcas. Armará sacas de 200 libras y las comercializará en USD 14,60 cada una. “En una buena temporada puedo vender 3 300 libras, con 60 000 pepas cada saco”.
Hace calor en la zona. Pero es un calor seco, que beneficia a que el maíz crezca. Carlos tiene 15 hectáreas en Aguas Frías y 20, en otra zona. En 12 años de maicero le han robado 10 veces: parte de la cosecha y una moto. “La última fue abril del 2019. Íbamos a cosechar y me di cuenta que me robaron 220 libras”.
Él es uno de los 5 000 agricultores de Ventanas que denuncian un incremento en la inseguridad del cantón. Cuenta que a un vecino y a su familia hace dos años, a las 21:00, los ataron y les robaron todo en la casa. “Los ladrones se meten de noche a los sembradíos o a las casas, aprovechando que todos duermen”, cuenta.
El pasado 5 de febrero, en Aguas Frías, miembros de la Unión de Maiceros de Ventanas y de las Juntas de Defensa del Campesino se reunieron con la Policía para discutir acciones ante la inseguridad.
Eso ocurrió luego de que por redes sociales, el 1 de febrero, se difundiera un video en donde se ve a unas 50 personas, vestidas con ropa militar y pasamontañas, que se trasladan en camiones y camionetas. Recorrían el sector Las Malvinas, con la intención de ‘capturar’ a posibles delincuentes. Se identificaron como ‘juntas anticuatreras’, ciudadanos organizados supuestamente para mejorar la seguridad en la zona.
Luego de esto, las autoridades los invitaron a la reunión y decidieron crear grupos de Whatsapp para generar alertas de robos.
Hugo Amores, jefe policial de Ventanas y Quinsaloma, dice que tienen identificados “los puntos más conflictivos” de robos y venta de drogas y trabajan para erradicarlos.
El UPC del recinto Aguas Frías cuenta con seis agentes fijos y para los patrullajes. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Para Carlos, esa solución no es suficiente y por eso apoya la creación de las juntas anticuatreras. Los vecinos de Las Malvinas, a 15 minutos de Aguas Frías, sienten más incertidumbre. Martín vive en el sector hace más de 20 años, y cree que la presencia de las bandas criminales y los grupos anticuatreros es un peligro. “Los delincuentes por las luchas que tienen entre ellos, por vender droga, y ahora estas juntas, porque no discriminan entre quién es bueno o malo”.
Maciel Ochoa, comandante de la Policía en Los Ríos, sostiene que “los ciudadanos no pueden tomar la justicia por sus propias manos”. Recuerda que la entidad tiene un mecanismo para que la población participe en las Brigadas de Seguridad Ciudadana, pero deben pasar por un entrenamiento policial de seis meses.
En el 2019, en Ventanas las denuncias por robos de motos se triplicaron en relación con el 2018. Los robos de domicilios y a personas también aumentaron, tendencia que se refleja en toda la provincia (ver info).
En homicidios intencionales, Los Ríos registró 110 casos. Los cantones con más crímenes fueron Baba, Puebloviejo, Quinsaloma, Ventanas, Vinces, Quevedo y Buena Fe.
El gobernador Camilo Salinas conoce la situación de los maiceros y cacaoteros. “Tenemos que trabajar en mejorar la seguridad”. Cree que los anticuatreros son “aislados”, como también calificó al incidente en un velatorio en Ventanas. Hombres armados dispararon al aire alrededor del ataúd de una persona que, se presume, murió en un accidente vial.
En la Unidad de Policía Comunitaria (UPC), en el centro de Zapotal, se ve que las paredes están recién pintadas. La presidenta del GAD Zapotal, Gina Alverio, cuenta que han trabajado en el inmueble para lograr que tres policías permanezcan en esta zona. “Estamos adecuando el espacio para que los agentes puedan pernoctar aquí”. Falta arreglar el techo para que no se filtre la lluvia.
Agricultores trabajan en una zona maicera de Aguas Frías, en el cantón Ventanas. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Según los maiceros de Ventanas, el 2019 tuvieron pérdidas de USD 110 000 por robos de cosechas. Cinco productores sufrieron asaltos dentro de sus casas en la noche; los amarraron y se robaron todo. Luego huyeron a pueblos vecinos.
Por eso, los anticuatreros han creado grupos de mensajería para generar alertas. “Somos unas 120 000 personas organizadas en la provincia. No importa dónde sea el delito, nos reunimos y vamos a patrullar”, cuenta un agricultor. La Gobernación pide que confíen en las autoridades y que denuncien cualquier delito antes de tomar acciones propias.