Monto de beneficios tributarios se duplicó en los últimos 10 años

Contribuyentes esperan por atención en las oficinas del Servicio de Rentas Internas, en el norte de Quito. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Contribuyentes esperan por atención en las oficinas del Servicio de Rentas Internas, en el norte de Quito. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Contribuyentes esperan por atención en las oficinas del Servicio de Rentas Internas, en el norte de Quito. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

En septiembre del próximo año el Gobierno de turno, si mantiene los compromisos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), deberá presentar una reforma tributaria que no solo busque un alza de tres puntos en el impuesto al valor agregado (IVA) sino que se enfoque en racionalizar el gasto tributario.

Este último, también conocido como gasto fiscal, es todo beneficio o incentivo económico impositivo por el cual el Estado deja de recibir ingresos. Ahí entran, por ejemplo, exoneraciones, devoluciones, tarifas del 0% o reducción de porcentajes a favor de ciertos grupos de contribuyentes.

En el 2018 el gasto tributario sumó USD 5 756 millones, lo que representó el 5,3% del Producto Interno Bruto (PIB) y un 40,9% de la recaudación de impuestos, según el Servicio de Rentas Internas (SRI).

Los dos grandes rubros se derivan del IVA y del impuesto a la renta, que representa el 92,9%. El Estado dejó de recaudar USD 5 346,7 millones por beneficios e incentivos relacionados con estos impuestos.
En 2008, cuando se empezó a monitorear el rubro, el gasto fiscal fue de 2 303 millones, equivalentes al 3,7% del PIB.

El informe que soporta el acuerdo entre Ecuador y el FMI señala que los ingresos fiscales del país siguen siendo bajos con relación a estándares internacionales, debido a las bajas tasas impositivas, a una base de contribuyentes relativamente pequeña, complejidad y aplicación deficiente.

“Los más ricos casi no pagan porque hay muchas exenciones y los hogares de ingreso medio tampoco pagan, hay muy pocas personas pagando el impuesto”, dijo el lunes pasado Julien Reynaud, representante del FMI en Ecuador.

De ahí se fundamenta la necesidad de ajustar el sistema tributario con una reforma progresiva que generará USD 2 000 millones desde el 2022. Como parte del acuerdo, se sugiere bajar o eliminar la devolución del IVA para las universidades y adultos mayores.

Un análisis de Grupo Faro revela que los gastos tributarios subieron 17% entre el 2017 y el 2018. Las empresas grandes y medianas se beneficiaron con elevados montos frente a las micro y pequeñas firmasen esos gastos. En 2018, los recursos por gasto fiscal superaron las asignaciones que hace el Fisco a salud y educación.

Ana Patricia Muñoz, directora ejecutiva de Grupo Faro, señala que las personas que más se benefician del gasto tributario son por lo general quienes tienen mayor capacidad económica. Un ejemplo, dijo, es el caso de la devolución de IVA a los adultos mayores, ya que quienes acceden a la medida son personas con más capacidad adquisitiva. Mientras tanto, los más pobres no se benefician porque, en general, les alcanza para consumir bienes de la canasta básica que no se gravan con IVA.

Otro problema es la falta de monitoreo y control sobre el real impacto del beneficio en la economía, apuntó Muñoz.

Para ella, el tema es importante porque esos recursos podrían servir para atender otras necesidades urgentes.

El estudio de esta organización señala que el nivel de gasto tributario de Ecuador con relación al PIB es mayor al promedio de los países de América Latina, que es del 4%.

Por el contrario, los ingresos fiscales del país frente al PIB son menores en comparación al promedio regional.

Otro problema es que la legislación concede una serie de incentivos a las nuevas inversiones, por ejemplo, sin que estén atadas al cumplimiento de metas por parte del contribuyente, como crear nuevas plazas de empleo, añade el experto Napoleón Santamaría.

Pablo Villegas, vicepresidente del Instituto de Derecho Tributario, agrega que todo beneficio debe ser temporal y focalizado en quienes realmente requieren del apoyo estatal. Racionalizar el gasto fiscal resulta necesario frente a la escasez de ingresos y para evitar abusos. El primer paso es medir el impacto y beneficio que el Fisco ha obtenido con la aplicación de estas medidas.

35 beneficios relacionados con IVA

En este rubro hay 35 exenciones y exoneraciones, la mayoría corresponde a beneficios de índole social más que económica. Por el gasto tributario del IVA, el Fisco dejó de percibir USD 2 480 millones en el 2018. En este grupo de bienes, que representó USD 1 383 millones, destacan los productos alimenticios con más de 608 millones, por encima de consumos relacionados con maquinaria para la agricultura, como la compra de tractores, que están exentos de IVA o tienen tarifa de 0%. Por el lado de las devoluciones del impuesto, a los adultos mayores se les reconoció USD 49 millones. Ellos tienen derecho a pedir el reembolso del IVA por consumir bienes y servicios de primera necesidad.

2 182 millones para empresas

Las sociedades o empresas perciben exenciones, incentivos y exoneraciones relacionados con el impuesto a la renta. Durante el año 2018 estos rubros arrojaron USD 2 182 millones menos para el Fisco, equivale al 15,5% de toda la recaudación tributaria de ese año.

Según datos del Servicio de Rentas Internas (SRI), 21 349 sociedades obtuvieron beneficios tributarios.

Las grandes y medianas empresas fueron las que más aprovecharon el crédito tributario por el pago del impuesto a la salida de divisas (ISD). En las microempresas y pequeños negocios, en su mayoría, accedieron a beneficios para organizaciones sin fines de lucro y por depreciación acelerada.

Deducciones para personas

El gasto tributario por incentivos y beneficios en el impuesto a la renta de personas naturales fue de USD 685 millones, lo que representó el 0,6 % del PIB y el 4,8% de la recaudación neta. La deducción de gastos personales es la mayor ventaja que tienen estos contribuyentes. En el 2018 se favorecieron 564 829 personas, concentrando el 56,8% del gasto tributario (USD 389 millones), expone el SRI.

Los gastos personales en salud, educación, alimentación, vivienda y vestimenta se deducen de los ingresos para calcular la base imponible del impuesto a la renta. Por concepto de crédito tributario por pago del impuesto a la salida de divisas las personas provocaron un gasto de USD 12,2 millones.

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