El 22 de octubre pasado, tras el ataque en Sucumbíos fueron detenidas dos personas. Foto: Archivo / EL COMERCIO.
Redacción Seguridad
Eran ‘piezas clave’ en la organización delictiva, pues conocían el manejo de armamento de ‘alto calibre’ y de tácticas relacionadas con la seguridad. Estos son los primeros datos que indica el fiscal Danny Vizueta, sobre los exmilitares y expolicías que estarían implicados en el ataque a dos blindados en Sucumbíos y a otros en el país.
Ellos fueron detenidos la madrugada del lunes. En total son 25 personas que fueron rastreadas nueve meses en Manabí, Pichincha, Santo Domingo, Esmeraldas, Sucumbíos, Guayas y Cotopaxi. Ahora serán indagadas, entre otras causas, por asaltos a carros que transportan valores y a bancos.
Tras estos hechos surgieron nuevos datos de las operaciones de estas organizaciones delictivas en cuatro años. Por ejemplo, entre el 2010 y el 2014 los investigadores arrestaron a 44 personas que tendrían nexos con asaltos a blindados.
La mayor detención se produjo este año. En 10 meses sumaron 26 apresados especialmente en Santo Domingo de los Tsáchilas y en Quito.
Los agentes dicen que son bandas con estructuras complejas. En el caso de los últimos detenidos se determinó que su ‘centro de operación’ era Guayaquil. Las primeras indagaciones señalan que desde allí detallaban cuántos intervendrían en cada ataque y cómo actuarían.
Lo más fuerte fue lo que ocurrió en Sucumbíos, en donde hicieron estallar los dos carros con USD 3,7 millones y se halló hasta armamento antiaéreo.
Cinco meses antes de ese ataque ya hubo un intento de otro robo parecido en el mismo kilómetro de la vía Quito – Lago Agrio. Los sospechosos utilizaron armas de grueso calibre y abrieron fuego al vehículo. Pese al ataque no lograron abrirlo.
¿Qué otros antecedentes hay sobre asaltos de este tipo? En el 2007, por ejemplo, 13 sospechosos emplearon bombas incendiarias para robar el dinero de un blindado en Cali (Colombia). Los asaltantes incluso rociaron el vehículo con gasolina y bloquearon la carretera con un bus de servicio público y pedazos de madera.
De allí que la Policía planteó ‘cinco estrategias’ para evitar nuevas incursiones delictivas.
Allí se menciona, entre otros aspectos, revisar y reformar la Ley de seguridad y vigilancia privada, para mejorar los protocolos y procedimientos tanto en las entidades financieras como en los blindados.
Este Diario accedió a datos de la Fiscalía General y allí se indica que solo entre enero y julio de este año hubo 75 robos a entidades financieras a escala nacional. La mayoría de los hechos se reportó en Pichincha (32). En el mismo período del año pasado sumaron 84 casos.
De hecho la Policía habla de “reducir los robos a bancos”, para “garantizar las seguridad de las personas y los bienes”.
Es más, se habló de implementar medios tecnológicos en los bancos y en los vehículos que trasladan los dineros.
En el caso de Sucumbíos, los agentes investigan los hechos, pero advierten que en el caso de los exmilitares y expolicías también habrían actuado en otra incursión el 22 de octubre.
Además, se los vincula por una supuesta participación en el robo a Pronaca y el asesinato de una persona en La Gasca (norte de Quito), en el 2012.
Según el fiscal Vizueta, los dos militares arrestados son hermanos de entre 40 y 45 años y están en servicio pasivo. El ministro del Interior, José Serrano, habla de un militar y dice que “estaba en un proceso transitorio (para la baja).