Francisco Bustamante, presidente de la FEUE de la Universidad Central, es el nuevo delegado estudiantil al CES. Foto: Diego Puente / EL COMERCIO
De los cinco años del actual Consejo de Educación Superior (CES), tres años y dos meses se sesionó sin un representante estudiantil. Está previsto que en septiembre se posesione Francisco Bustamante como nuevo delegado universitario, en medio de cuestionamientos por su presunta relación con Alianza País.
Bustamante es el presidente de la Federación de Estudiantes Secundarios (FEUE) de la Universidad Central. Cursa el octavo semestre de contabilidad y auditoría. Él tendrá voz y no voto en las decisiones que tome el CES. La resolución del 4 de agosto pasado, cuando fue electo, señala que es el representante de los alumnos.
Uno de los temas que se analiza es si permanecerá cinco años como representante estudiantil en el CES o dejará sus funciones al graduarse. Le faltan dos años y medio para que eso ocurra. “Estamos revisando el reglamento”, dijo.
Elías Gilces fue el primer representante estudiantil. Ganó un concurso de méritos en el 2011. Su designación terminó un año y medio después. El 17 de julio del 2013 fue desvinculado y atribuyó esta decisión a “una jugada política del régimen”. Presentó una acción de protección a la Corte Constitucional. “Yo no fui un alza manos que votó por todo lo que quiso hacer (René) Ramírez y compañía”, comentó desde Argentina, país en donde actualmente trabaja y se prepara para estudiar cardiología.
En contraparte, el CES respondió que Gilces no podía continuar en funciones por haberse graduado. En el reglamento de ese concurso, que realizó el Consejo Nacional Electoral (CNE), no se habla del cese de funciones si es que el estudiante deja esa calidad. Pero en la resolución que firmó Ramírez (como titular del organismo) en julio del 2013 se indica que por perder su calidad de estudiante se le notificó “la culminación de su período de funciones”.
En el nuevo reglamento, con el que ganó Bustamante en el 2016, se aumentó una disposición general sobre el tema. En esta se indica que “el período de gestión de los miembros ganadores del concurso de méritos, de cada una de las instituciones, será el establecido en la LOES”. Es decir, cinco años. Esto no aclara si es que correrá la misma suerte que Gilces.
Germán Rojas y Enrique Santos, vocales del CES, consideran que el delegado tendrá que dejar el cargo cuando salga de la universidad y dar paso al siguiente en la lista.
El resto de postulantes también se habrá graduado o estará próximo a hacerlo cuando Bustamante deje el cargo. En los requisitos para participar del concurso consta que los aspirantes debían haber cursado el 50% de la malla de su carrera. Es decir, que al momento les quedaría a todos un máximo de tres años en las aulas.
A esto se suma el rechazo de otros postulantes. Karina Ponce, presidenta de la Universidad Particular de Loja y quien quedó en segundo lugar, argumentó que Bustamante no cumplía con el cogobierno universitario y que pertenecía al movimiento Alianza País.
Interpuso una solicitud de revisión y recalificación del informe que contiene los resultados de la valoración de méritos ante el CNE .
En el formulario de inscripción, Bustamante tiene entre sus actividades de vinculación con la comunidad tres talleres como capacitador para la organización de jóvenes Juventud Revolucionaria Alianza País (sic). Él niega ser parte de la lista 35, pero admite tener amistad con personas que son del oficialismo, sobre todo con la Prefectura de Pichincha y con ministros que están vinculados al área académica.
Otros líderes estudiantiles tampoco se sienten representados por Bustamante. El presidente de la Federación de Estudiantes Privados, Erick Mozo; la presidenta del Universidad Católica, Micaela Andrade; el presidente de la Federación de Estudiantes Politécnicos, Bryan Morillo; y una facción de la FESE nacional rechazan su designación.
Pese a esto, Bustamante presentó un plan de trabajo que intenta que los demás miembros del CES lo impulsen. En una primera etapa se enfocará en las denuncias de los alumnos de su universidad.
El motivo de dar prioridad a la Central es porque conoce de cerca la realidad. Esto no impide que busque resolver las denuncias de otros universitarios de centros públicos, privados y cofinanciados. “Ha habido violación de derechos humanos, discriminación… (Las denuncias) han ido al CES y este los devuelve y no pasa nada”.
La segunda propuesta es la implementación de una comisión de asuntos estudiantiles dentro del Consejo de Educación para trabajar en tres temas: aumentar el cupo para estudiantes, garantizar un modo de financiamiento para los gremios universitarios y profundizar en la nivelación de los estudiantes secundarios que aspiren ingresar a la universidad.