Ecuador registra 1 003 nuevos casos de covid-19 en 24 horas; fallecidos llegan a 14 103 en el contexto de la pandemia hasta este martes 5 de enero del 2021. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
La enfermedad covid-19, provocada por el nuevo coronavirus o SARS-CoV-2, presenta una serie de síntomas. Van desde la tos seca, fiebre, dolor muscular y de cabeza hasta dificultades respiratorias graves. Algunos desarrollan problemas intensos y otros, leves.
Según estudios internacionales, el 90% de los infectados tiene sintomatología leve. El 10% restante requiere hospitalización; de estos el 5% necesita una cama en cuidados intensivos, por su gravedad. En esta última, la mortalidad es del 50%, es decir, un paciente fallece y otro sobrevive.
Pero ¿Cómo se trata a esta gama de contagiados? EL COMERCIO conversó con Estuardo Salgado, intensivista ecuatoriano, sobre el tema, la tarde de este martes 5 de enero del 2021. Él señaló que las terapias apuntan a estabilizar al paciente, según su condición.
Con síntomas leves
En este grupo están quienes tienen malestar general leve, dolor de garganta, músculos y cabeza, falta de olfato y gusto, etc. Para ellos es necesaria la ingesta de paracetamol como analgésico y antiinflamatorio. También deben seguir un control médico estricto. “Si luego de siete días, la persona sigue con molestias debe consultar con un profesional de la salud o acudir a un hospital”.
Con malestar moderado
Este tipo de pacientes tienen problemas respiratorios manejables. Generalmente están en el área de hospitalización y requieren oxígeno, por medio de una cánula nasal (dispositivo no invasivo). Si tienen fiebre se controla con analgésicos; al igual que si presentan dolor corporal. También hay que controlar el nivel de agitación del infectado quien suele desesperarse por las dificultades respiratorias. Se les suministra medicamentos para que descansen en las noches.
Con problemas graves
El paciente con dificultad respiratoria severa es llevado a ventilación mecánica invasiva. Presenta fallas orgánicas, como insuficiencia renal, hepática y puede tener un cuadro de sepsis por el virus o sobreinfección bacteriana. El 90% necesita ventilación mecánica, dice Salgado.
Por ello, el tratamiento se basa en la intubación y se les induce al coma (sedación o relajación muscular). La mayoría de veces están boca abajo, lo que ayuda a una mejor oxigenación. En esta posición permanecen entre 48 a 72 horas. Si mejoran, se les coloca boca arriba.
Ellos son medicados con dexametasona -corticoide- que ayuda a estabilizar al contagiado. También pueden ingerir antiinflamatorios o fármacos para la fiebre.
Otros pacientes desarrollan una respuesta inflamatoria ante la presencia del virus. Cuando es descontrolada puede causar daño al organismo. Esta cascada inflamatoria se mide por medio de marcadores sanguíneos, como el dímero D. En caso de trombosis se recomiendan anticoagulantes.