Entrevista a Inti kory Quevedo especialista en salud pública. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Diez meses lleva el SARS-CoV-2 en Ecuador. ¿Cuán necesario es entender que de las políticas de salud pública dependen la economía y la posibilidad de retomar la vida?
Es muy importante fortalecer el sistema de salud público. Y no es una opinión de los salubristas ecuatorianos. En esta semana, The Lancet, una de las revistas más prestigiosas del mundo, publicó un editorial en el que señalaba que sin garantizar la salud no hay productividad, Producto Interno Bruto, comercio ni educación.
Algunos académicos aún reclaman por la falta de un comité de expertos alrededor del Ministro de Salud. ¿Qué opina usted?
La autoridad sanitaria de cualquier país debe mostrar liderazgo para emitir directrices y guiar las acciones; y para eso, por supuesto, debe acompañarse de comités de expertos. Suele haber comité de vacunas y de enfermedades en eliminación. Pero más allá de eso no sé qué pasa, no veo al Ministro acompañando decisiones de 221 municipios. Guayaquil, por ejemplo, anuncia la administración de antiparasitarios y él no se pronuncia.
Si de la salud depende la reactivación de la economía, ¿cómo ve el cronograma de llegada de vacunas? El 18, 50 000 dosis, y desde finales de marzo más, para aplicarlas masivamente.
Sobre la cantidad de vacunas y sus fechas de llegada hay que hacer un análisis regional. Podrán decir que es difícil obtener dosis, pero comparemos la gestión de Chile, Argentina y Colombia; los dos primeros países ya iniciaron la vacunación, el tercero lo hará en febrero. Ecuador ha estado a la zaga en cuanto a la realización de pruebas PCR y ahora nos quedamos a la cola de países que implementan la inmunización. No digo que sea sencillo; en el planeta hay una pugna, pero otros países pequeños han tenido más éxito.
¿Qué tipo de gestiones se pudieron desarrollar para acceder a más vacunas y en menor tiempo?
En estos casos, es importante tomar decisiones para activar mecanismos regionales, trabajar en bloque como Sudamérica para negociar y poner de alguna manera plantarnos frente al primer mundo. Se podría haber comprado junto con Perú, Argentina y quizá con el gigante Brasil. Países pequeños, como el nuestro, siempre deben tratar de beneficiarse de negociaciones en conjunto para acceder a medicinas y otros insumos. En temas de salud sí hace falta integración regional. Veamos cómo trabajó la Unión Africana, en un solo puño. Ecuador, solo, difícilmente podía ganar ante ofertas de gigantes europeos.
Ecuador tendrá elecciones en menos de un mes. ¿El nuevo Mandatario podrá hacer ajustes al plan de vacunación?
Claro, dependerá de quién asuma el poder en mayo. Por eso ahora, como nunca, es importante revisar cuáles son las propuestas de los candidatos en estos temas: el plan de vacunación y el sistema de salud; se debería escoger a quien ofrezca fortalecerlo, acceso universal. Por ejemplo, las dosis no se aplican solas. No se puede despedir a personal en una pandemia. Debe ser alguien que sepa gestionar la emergencia sanitaria, que conozca sobre el sistema público, lo que implica una gran curva de aprendizaje, que toma su tiempo. Pero el país no tenía ni tiene ese tiempo.
¿Está de acuerdo con empezar a vacunar a los grupos llamados prioritarios?
Lo que están haciendo países como Colombia, Chile, Argentina y México es privilegiar a personas que garantizan a la sociedad servicios esenciales, estratégicos, como los de salud, pero también a los recolectores de basura y demás, que no pueden parar de trabajar. Es salvar a los que salvan primero. Y luego inmunizar a los grupos que ayudan a disminuir la transmisión. Eso es lo que se recomienda.
Quito se mantiene como la ciudad con más casos de covid-19. Las camas en terapia intensiva siguen sobre el 95%. ¿Se justifica privilegiar el derecho a mantener la salud y la vida frente al de libre circulación?
No he leído la sentencia de la Corte Constitucional, que negó las medidas que traía el estado de excepción. Pero si yo fuera uno de sus miembros, no aceptaría mantener el confinamiento sin que expliquen cómo van a proteger a quienes no podrán salir a trabajar. Las clases populares y los más pobres se debaten entre buscar qué comer o morir de covid-19, es una gran discusión ética. Eso deberían responder las autoridades de los ministerios de Salud y de Inclusión.
Desde el miércoles, a Ecuador le preocupa que la nueva variante del virus ya esté en Los Ríos. ¿Qué se debiera hacer?
El problema de esa variante es que se transmite más rápido, se pega velozmente a la mucosa respiratoria. Por lo que podríamos tener una explosión de casos, que nuestra capacidad hospitalaria no logre atender. Hay que planificar cómo expandir más las camas en terapia intensiva y aplicar medidas de confinamiento de modo inteligente, no generales, para no parar totalmente la economía. Y en proteger a esas familias. Hay que usar mascarilla y no automedicarse sin base científica.