Los nativos se reunieron el sábado último para hablar de su cultura. Foto: Juan Carlos Pérez / EL COMERCIO.
Los recuerdos de una ribera esmeraldeña y los cánticos de un Miruku Chachi (chamán) traen nostalgia a Cirilo de la Cruz.
El canto, acompañado por el son de la marimba, es parte de la tradición de la nacionalidad Chachi. Esta práctica que invoca a los espíritus malignos, de batalla y derrota ha sido cambiada por la música occidental en Santo Domingo de los Tsáchilas, donde se asentó un pequeño pueblo chachi.
Hace cientos de años, ellos entonaban una melodía que hablaba acerca del destino del pueblo Chachi ligado al río y al bosque. “Ahora, algunos de ellos cantan música de reggaetón que habla de cosas banales y sin sentido”, asegura De la Cruz, precisando que un 90% de los chachis residentes en Santo Domingo ya no utiliza las costumbres y tradiciones.
Varios de los habitantes desconocen el idioma de su pueblo denomina Chaspalá. Tampoco visten su indumentaria tradicional caracterizada por collares de semillas, faldas y camisones de colores brillantes . Muchos de los hogares dejaron de lado los rituales ancestrales donde se utilizaban hachas de piedra, fragmentos de cerámicay el Pinde, un bejuco al que le atribuyen poderes para curar el cuerpo y la mente.
Para rescatar esas tradiciones, el sábado último se hizo el Primer Encuentro de la Nacionalidad Chachi en la tierra tsáchila. Ahí se conoció que unas cuatro familias llegaron a inicios de 1985 a la zona. Ahora son cerca de 1 000 habitantes.
Según el Sistema Integrado de Indicadores Sociales (Siise), el 73,5% de las comunidades y pueblos indígenas que se trasladaron de su lugar de origen lo hicieron por buscar trabajo. De la Cruz, por ejemplo, salió de Esmeraldas junto a su familia, hace cinco años.
Aunque este padre no se arrepiente de su decisión, considera que al salir de su región originaria perdió mucho de sus costumbres ancestrales.
La actual población chachi sufre los estragos del desarraigo de su natal Esmeraldas, según sus dirigentes. El desconocimiento del idioma tradicional chapalá, el poco uso de la vestimenta típica, la falta de práctica de los rituales, danzas y cantos ancestrales son algunos factores que afectaron a su identidad en su nuevo hogar.
Según Luis Eduardo Cimarrón, presidente de la Asociación de Jóvenes Indígenas Chachi de Santo Domingo (Ajicha), algunos han adoptado hábitos distintos, por su cercanía con citadinos. “Muchos jóvenes no quieren usar las ropas típicas ni hablar nuestro idioma, porque sienten vergüenza. Esto no puede seguir así, porque nuestra cultura es el único tesoro que tenemos”, añadió.
Esteban Añapa, representante de la nacionalidad, considera que hay una ruptura de los patrones tradicionales y una pérdida de costumbres. “Antes se vivía en comunidad. Hoy en día, cada persona vive dispersa en diferentes sectores de la provincia (Tsáchila) y aplica cosas de la cultura occidental”.
Este pequeño pueblo se asentó cerca de la comunidad tsáchila Chigüilpe. Foto: Juan Carlos Pérez / EL COMERCIO.
El líder comunitario asegura que uno de los proyectos para rescatar las tradiciones es conformar un asentamiento comunitario, donde estén las casas y centro de estudios, ya que la escuela de formación bilingüe es una herramienta para rescatar el idioma y las costumbres.
La secretaria ejecutiva del Consejo Cantonal de Protección de Derechos en Santo Domingo, Nalda Bustamante, mencionó que el Cabildo analizará la propuesta de este pueblo “para definir una solución viable para su problemática”.
A la paulatina pérdida de su cultura se suma la falta de servicios básicos en una de sus comunas, en el km 7 de la vía Santo Domingo–Quevedo, cerca de la comuna tsáchila Chigüilpe.
Datos del Siise muestran que el déficit de servicios residenciales básicos a comunidades indígenas en Santo Domingo alcanza el 68,2% (64 080 viviendas). El Cabildo analiza la dotación de redes de agua potable y alcantarillado.
El pueblo Chachi
La nacionalidad aspira que se construya un centro de educación intercultural en Santo Domingo, donde infantes y jóvenes conozcan acerca de la historia, idioma y costumbres chachis, a la vez que reciban materias del sistema de educación regular.
El 37,9% de la población chachi que vive en Santo Domingo asiste al bachillerato.
El índice de analfabetismo en las personas de 15 a 29 años es de 6,4%. Mientras que en la población que supera los 65 años es de 76,9% y en la de entre 30 y 44 años es 22,8%.
La tasa de asistencia a la primaria es del 16%.