Ecuador no cederá candidatura a la Asamblea General de la ONU

La canciller María Fernanda Espinosa (c) durante su visita a Ginebra, para la sesión del Consejo de DD.HH. de la ONU. Foto: Flickr Cancillería

La canciller María Fernanda Espinosa (c) durante su visita a Ginebra, para la sesión del Consejo de DD.HH. de la ONU. Foto: Flickr Cancillería

La canciller María Fernanda Espinosa (c) durante su visita a Ginebra, para la sesión del Consejo de DD.HH. de la ONU. Foto: Flickr Cancillería

Ecuador ratificó la candidatura de la canciller María Fernanda Espinosa para presidir la Asamblea General de la ONU. El argumento es que la propuesta del 2014, de respaldar la postulación de Honduras a esa dignidad, nunca se selló por escrito.

El Gobierno anunció la postulación de Espinosa el 21 de febrero del 2018. Entonces, recordó que hace 45 años el país no está al frente de la Asamblea General.

Según la Cancillería, cinco días después llegó una carta de su par hondureña, María Dolores Agüero. En ella, ese país lamentaba que Ecuador “haya decidido no honrar su propia propuesta” y pidió que reconsiderase su posición. Esto en referencia a un acuerdo del 2014, entre los entonces ministros de Exteriores, Arturo Corrales y Ricardo Patiño.

En ese año, Honduras decidió apoyar la postulación de Patricio Pazmiño, presidente de la Corte Constitucional, para juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH). Él obtuvo el cargo el 2016. Y, a cambio, Ecuador apoyaría la candidatura hondureña este año en la ONU.

Pero la Cancillería ecuatoriana dijo, el viernes 2 de marzo, que en enero del 2015 la misión del país ante la ONU en Nueva York insistió a Honduras que “apreciaría en alto grado recibir una confirmación por escrito sobre este acuerdo”. Según la institución, esto no sucedió. El viernes,  Ecuador respondió que no retirará el nombre de Espinosa.

Según la Cancillería, “Ecuador recibió un apoyo unilateral de Honduras, más no una confirmación expresa a la propuesta de intercambio de septiembre del 2014”.

Al final del comunicado, el Ministerio agregó que en la presentación de candidaturas en organismos internacionales no existe una norma de no repetición y rotación geográfica. Honduras reclamó que Ecuador ya presidió el organismo, pero ellos no.

Estos hechos salieron a la luz justo dos días después de que la canciller Espinosa estuviese en Ginebra, en la ONU, para la sesión del Consejo de Derechos Humanos.

Ahí, la funcionaria aprovechó para buscar respaldos a su candidatura, que enfrentará el 5 de junio a Mary Elizabeth Flores, embajadora de Honduras ante la ONU.

Esto se da precisamente después de que la misma canciller Espinosa había incorporado a su discurso la idea de renovar la política internacional ecuatoriana. El 23 de febrero declaró que el país “está en un proceso de refrescamiento de sus relaciones internacionales con todos los países”, especialmente con China y EE.UU.

Cuatro días después lo ratificó el embajador acreditado en Washington, Francisco Carrión. En el marco de la visita del subsecretario de Estado de Asuntos Políticos de EE.UU., Thomas Shannon, dijo que esta era una “manifestación concreta de la voluntad del presidente (Lenín) Moreno de refrescar las relaciones internacionales en general”.

Una prueba de ese giro en la política exterior de Ecuador han sido las últimas nominaciones diplomáticas. Moreno retomó varios perfiles de carrera del Servicio Exterior. Encargó, por ejemplo, las representaciones ante la ONU, en Ginebra, a Luis Gallegos, y en Nueva York, a Diego Morejón. Ante la OEA a José Valencia.

Además, están Carrión en Washington y Diego Rivadeneira en Brasil.

Otro punto que ha cambiado el posicionamiento de Ecuador en el escenario internacional fue su última votación en el Consejo General de la Organización de Estados Americanos (OEA).

El mismo día en que Espinosa hablaba de refrescar las relaciones internacionales, el país se abstuvo frente a la resolución para exhortar a Venezuela a que reconsidere la convocatoria temprana a elecciones presidenciales. La OEA pidió al presidente Nicolás Maduro que presente un nuevo calendario que permita unos comicios transparentes, además de acciones que garanticen la independencia del proceso.

Antes, cada vez que se hacía referencia a la crisis en Venezuela, Ecuador había defendido el ‘respeto a la soberanía’. Esta posición lo alejó del Grupo de Lima, del que es parte Honduras, y que condena al gobierno de Maduro.

Si bien la política exterior del Gobierno ha tomado algunos giros en las últimas semanas, también mantiene políticas heredadas del gobierno anterior. Una de las pruebas se dio este miércoles. El Estado no acudió al período de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). En la cita se analizó la situación de las ecuatorianas.

Los comisionados lamentaron la ausencia del Gobierno. Uno de ellos, Luis Vargas, dijo: “no se sabe qué aterra más, si ver la silla vacía que corresponde al Estado de Ecuador o escuchar esta gran cantidad de ignominias de que son víctimas las mujeres en ese país”.

Previamente, en febrero, el Gobierno había también llamado a consultas al Embajador ante la OEA, tras los cuestionamientos de la CIDH a la consulta y referendo que se desarrolló el 4 de febrero.
Además, cuando la CorteIDH desestimó lo pedido por la CIDH, Espinosa retomó el discurso del correísmo de la necesidad de reestructurar todo el Sistema Interamericano.

En contexto

Un cruce de cartas entre las cancilleres de Ecuador y Honduras reveló un acuerdo del 2014. Ecuador se habría comprometido verbalmente a respaldar este año la candidatura hondureña para la Presidencia de la Asamblea General de la ONU.

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