La nueva Asamblea no inicia cabildeos

En la Delegación Electoral de Pichincha se hacía el conteo de actas con novedades de los asambleístas. Foto: Archivo / EL COMERCIO

En la Delegación Electoral de Pichincha se hacía el conteo de actas con novedades de los asambleístas. Foto: Archivo / EL COMERCIO

En la Delegación Electoral de Pichincha se hacía el conteo de actas con novedades de los asambleístas. Foto: Archivo / EL COMERCIO

La segunda vuelta presidencial pone en compás de espera el arranque de los diálogos para conformar la directiva de la nueva Asamblea. Las principales fuerzas políticas dicen que se requerirán de acuerdos mínimos por la gobernabilidad.

Detrás del correísmo (con al menos 49 curules), las proyecciones indican que Pachakutik tendrá 27 escaños; 17 la Izquierda Democrática; 19 el Partido Social Cristiano (PSC), lo que las convierte en las principales fuerzas.

La instalación de la nueva Asamblea Nacional estará a cargo de Pierina Correa, Wilma Andrade y Salvador Quishpe, los asambleístas que encabezan las listas con mayor votación. Sin embargo, cualquiera de los 137 legisladores podría ser electo como Presidente, pese a que desde 2009 se eligió al más votado de AP, que tuvo la mayoría absoluta.

A pesar de que hace una semana en una rueda de prensa conjunta con Pierina Correa y otros tres virtuales asambleístas de Unes, el presidenciable, Andrés Arauz, abrió las puertas al inicio de este proceso, el resto de fuerzas políticas prefieren esperar.

Arauz consideró que es factible “armar un gran bloque que represente el progresismo, la unidad plurinacional y la socialdemocracia” y dijo que los diálogos ya han iniciado. Entre los planes de Pierina Correa, está asumir la Presidencia del Parlamento. Para eso necesita de 70 votos.

Pero PK, la ID y el PSC desmienten que los acercamientos ya hayan iniciado. Uno de los primeros en reaccionar fue Salvador Quishpe, del movimiento indígena, “Pachakutik no tienen ningún acercamiento con ningún partido político. El señor Andrés Arauz representa al grupo de la mentira. Mintió con el tema de las vacunas y ahora miente al decir que ya está buscando acuerdos”.

Wilma Andrade, de la ID, y César Rohon, del PSC, señalan que primero hay que esperar los resultados oficiales para el Parlamento y el desenlace del balotaje del 1 de abril.

“Yo creo que es fundamental que termine el proceso electoral, que el Ecuador finalmente elija a su presidente y entonces nos sentaremos a conversar sobre lo que viene a la asamblea próxima. Eso va a determinar muchísimo el rumbo que tome la Asamblea”, dijo Rohon, actual coordinador.

Andrade señala que dichos acuerdos tienen que darse antes de que el 14 de mayo se instale la Asamblea y elija a sus autoridades. Sostiene que los entendimientos se deben realizar en función de una agenda legislativa. Apunta que estos se deben realizar “de manera formal y transparente”.
“Para evitar que se llegue a una pugna de poderes o una confrontación inútil en el Ecuador, lo ideal sería que esperemos también los resultados presidenciales para que sobre esa base se pueda construir os consensos, agrega.

La exsecretaria general del Parlamento, Libia Rivas, añade que esos acuerdos se deben dar en función de la institucionalidad del Parlamento. “Habría que ver si hay más temas que les unen al resto de bancadas legislativas, a diferencia de Unes para formar una mayoría diferente”, sostiene.

El PSC reconoce una afinidad con Creo, aunque para los comicios generales decidieron presentar por separado listas para asambleístas, pero impulsaron la candidatura presidencial de Guillermo Lasso. Si logran unirse en el Pleno, tendrán alrededor de 30 curules para lograr una mayor influencia, por encima de PK y la ID.

En el escenario de que estas cuatro fuerzas políticas se unan lograrían la mayoría absoluta. Otro bloque lo podrían consolidar las 17 organizaciones políticas que apenas tendrán entre 1 y 2 curules.

Para la constitución de bancadas se requiere de un mínimo de 14 asambleístas (10% del Pleno), de acuerdo a la norma que rige para esta Función. Esto es clave no solo para designar al Presidente, Vicepresidente, sino para las vocalías del Consejo de Administración de la Legislatura (CAL) y la organización de las comisiones especializadas.

“Llegar a la Presidencia implica también acordar todo lo demás y acordar ciertas líneas programáticas (...). El gran reto es llegar a acuerdos institucionales”, dice Rivas.

La operación de mayorías móviles ya se puso en marcha en la actual Asamblea, después de que en 2017 Alianza País (AP) se partió en dos bloques (morenistas y correístas). Esto obligó al oficialismo a llegar a acuerdos con el PSC y Creo.

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