La central del ECU 911 funciona en el Itchimbía, donde se trabaja las 24 horas del día. Foto: Paúl Rivas / El Comercio
Las emergencias en los feriados de Navidad y fin de año aumentan ostensiblemente. El ECU-911 del Distrito trabajó a toda su capacidad para responder a las eventualidades. En un informe preliminar, esta institución contabilizó 860 emergencias, desde las 00:00 hasta las 11:00 del 31 de diciembre. Francisco Robayo, director técnico zonal del ECU-911, indicó que 115 personas están en constante monitoreo de lo que pasa en la ciudad estos días. Trabajan por turnos, las 24 horas.
Natalia Herram, supervisora operativa de llamadas, señala que es “bastante fuerte” no estar con la familia en las fechas festivas, pero que es un compromiso que se adquiere apenas se firma el contrato.
Explica que su trabajo consiste en recibir las llamadas y coordinar el tipo de respuesta que se requiera. En la temporada festiva son constantes las alertas por violencia, grescas y accidentes de tránsito.
“La gente no entiende que no debe conducir en estado etílico”, recalca Herram. Mientras ella conversa sobre sus actividades, 11 imágenes se emiten en una de las pantallas gigantes del ECU-911 en el Itchimbía. Los sitios que tendrán más vigilancia son escogidos con anticipación. El 31 de diciembre, por ejemplo, las cámaras de Ojos de Águila recogieron la información de lo que sucedió en el concurso de años viejos de la Av. Amazonas.
Otro equipo, mediante radios, monitoreó los pormenores del concierto de rock que se realizó en la Concha Acústica, en el sector de la Villa Flora.
En Navidad, por ejemplo, las emergencias subieron en un 79% en relación a días normales. En el feriado de fin de año, se prevé que esta cifra aumente por las emergencias de personas quemadas, atropelladas, intoxicadas…
Se desarrolla una planificación especial para los días festivos. Ahí se establece el número de personas que trabajarán. Por ejemplo, en el último plan de contingencia se registró a 3 700 policías que se encargaron de la seguridad ciudadana.
En esta planificación, también se establece un cupo adicional de personal en caso de que exista un evento de conmoción mayor que necesite un trabajo operativo diferente.
Así, mientras en unos lugares se disfrutaba del Año Nuevo, en otros la tragedia se hizo presente. En El Girón y en La Forestal, ambos sitios en el sur, hubo dos atropellamientos masivos que dejaron como saldo tres personas muertas y 20 heridas.
Entre emergencia y emergencia, el personal de esta institución se dio el abrazo de Año Nuevo y renovó compromisos por la seguridad.