Redacción Política
El remezón en el Banco Central del Ecuador (BCE) de esta semana demostró que la toma de decisiones económicas son dispuestas directamente desde Carondelet sin consenso previo.
La renuncia repentina de Carlos Vallejo, como director del BCE luego de no cumplir el plazo impuesto por el presidente Rafael Correa para traer parte de la Reserva de Libre Disponibilidad al país, demuestra que la gestión en el área económica del Gobierno genera inestabilidad política.
En otros ministerios
En las diferentes carteras de Estado, el presidente Rafael Correa ha movido a la gente de su confianza en diferentes cargos.
Hay colaboradores que, si bien no están en el Gabinete, han sido ubicados en otros cargos. Por ejemplo, Carlos Vallejo llegó al Directorio del Banco Central después de que dejó el Ministerio de Agricultura.
Cancillería y Seguridad Interna y Externa son otros ministerios en donde han desfilado más de dos ministros en los 33 meses de gestión del Presidente. Solo en Seguridad han estado cinco funcionarios que fueron reciclados de otros puestos burocráticos en diferentes temáticas.El miércoles 9, en apenas 60 minutos, los ministros del frente económico acogieron una orden directa del Presidente de cambiar las condiciones para invertir la reserva en la banca pública.
La disposición del Ejecutivo contempla que el Central invierta USD 864 millones de la reserva monetaria en la banca pública, sin ningún tipo de garantías. Esto pese a que el 18 de noviembre pasado, por unanimidad, acordaron que las entidades financieras entreguen garantías de hasta 100%.
En ese sentido, todo parece indicar que al momento de tomar decisiones en esta área, lo que opinen los encargados de las diferentes carteras no importa. Las políticas las determina el Presidente personalmente.
Así, por este jalón de orejas del Primer Mandatario, el presidente del Directorio del BCE, Carlos Vallejo, y un grupo de 10 técnicos del organismo dimiteron.
Vallejo dijo que asumía “mi responsabilidad de no haber hecho el desembolso y por esto tengo la obligación de separarme (…). He entregado al Presidente mi renuncia para que pueda poner a otro y a otro equipo que pueda sacar adelante la institución”.
Esa inestabilidad también se ha reflejado en el Ministerio de Finanzas durante los casi tres años de gestión de Rafael Correa. En 36 meses por esta Cartera han desfilado cuatro funcionarios: Ricardo Patiño, Fausto Ortiz, Wilma Salgado y Elsa Viteri, quien permanece en esas funciones.
Es decir, los titulares de esta cartera han permanecido, en promedio, ocho meses en sus funciones. Cada uno atravesó por una coyuntura que precipitó su dimisión. Patiño, uno de los hombres más cercanos al presidente Correa, salió del cargo en julio de 2007. El Secretario de Estado fue señalado de entregar supuesta información privilegiada a intermediarios financieros en torno al pago de intereses de los denominados bonos Global.
Por su lado, Fausto Ortiz se retiró por discrepancias en el procedimiento de las incautaciones que se dieron a bienes del grupo empresarial de la familia Isaías para cobrar deudas impagas por 10 años con el Estado.
Pero la ministra Salgado fue quien menos tiempo permaneció en la Cartera de Finanzas. Llegó el 8 de julio de 2008 y salió del Ministerio en septiembre de ese mismo año. Ella salió del cargo por hacer observaciones a la pro forma presupuestaria, que no fueron del agrado de Correa.
Desde ese mes, la ministra Elsa Viteri permanece más tiempo perdura en la Cartera de Finanzas.
Para el analista Jorge León, estos cambios en el área económica tienen una explicación. “No hay una política apropiada. Correa busca poner en cargos a la gente de su extrema confianza, pero como no han funcionado y no se han alineado bien ha habido frecuentes cambios”. La visión particular del Presidente siempre se impone y crea inestabilidad crónica que es negativa para el Gobierno, dice.
El analista económico Vicente Albornoz opina que la presión que ejerce el presidente Correa en las políticas económicas es una muestra del proceso de desinstitucionalización del país. “Ahora no importan las opiniones de los técnicos, lo que cuenta es la opinión de una sola persona”, sostiene. “No hay una sola institución o funcionario que le pueda decir no o contradecir al Mandatario”.
Ricardo Patiño es ministro de Coordinación de la Política del Ecuador. Pasó también por el Ministerio del Litoral.
En la gestión de Patiño en Economía, se creó la Subsecretaría de Economía Social y se planteó la necesidad de realizar una Auditoría a la Deuda pública del Ecuador.
Fausto Ortiz trabajó como viceministro del Ministerio de Economía y trabajó directamente con Rafael Correa.
También se desempeñó como subsecretario de Crédito Público entre agosto y octubre de 2005 y Tesorero de la Nación entre abril y agosto de ese mismo año.
Wilma Salgado fue gerenta de la Agencia de Garantías de Depósitos. Afrontó un juicio penal y estuvo en la clandestinidad por varios meses.
Se desempeñó como parlamentaria andina. Su salida del Ministerio se dio luego que hizo observaciones a la pro forma presupuestaria.