Ecologistas por la cadena perpetua, la polémica estrella electoral de México

Es el partido que más crece en México y la inesperada estrella mediática de las elecciones intermedias del domingo: el controvertido Partido Verde va sumando adeptos aunque desconcierta a muchos por combinar una bandera ecologista con propuestas como la cadena perpetua.

Los claroscuros de los Verdes convencerán a entre un 8% y un 11% del electorado en estas elecciones locales y legislativas, según encuestas, un pronóstico positivo para la considerada cuarta fuerza política de México y probablemente clave para su aliado, el PRI del presidente Enrique Peña Nieto.

La apuesta comunicativa de los ecologistas son los espots televisivos por encima de los mítines, y ni las multas de más de 30 millones de dólares que han recibido en esta campaña por irregularidades han frenado su protagonismo publicitario.

Ya en las elecciones legislativas de 2009 el Verde, que se define como una formación de centro, se sirvió de populares presentadores de televisión para proponer la pena de muerte contra asesinos y secuestradores, generando una gran polémica en el país.

Ahora la formación mexicana -que dejó de ser reconocida por la coalición del Partido Verde Europeo- presume en la televisión y salas de cines de haber logrado la prohibición de usar animales en circos o de aumentar los castigos a quienes contaminan, aunque también ha votado a favor del “ fracking ” (fracturación hidráulica para extraer petróleo o gas) y ha sido multada por usar propaganda impresa no reciclable.

Las multas récord de las autoridades electorales a los Verdes han sido la otra cara de su perseguido impacto publicitario: sólo este año han llegado a acumular sanciones por USD 33 millones por excederse en los límites publicitarios permitidos en campaña y usar mecanismos prohibidos como ofrecer descuentos en comercios a sus votantes.

Sin embargo, esto no parece ser un dolor de cabeza para el pequeño partido que, pese a contar con una asignación de unos USD 29 millones de financiamiento público para este año, ha hecho oídos sordos a algunas prohibiciones e incluso ha reincidido tiempo después.

“No podría comprender un partido que no use todas las herramientas que hay en el mercado para acercarse de forma más directa al ciudadano, y somos un partido que se ha mantenido en su metraje independientemente de multas. Hemos rebasado la campaña negativa”, dijo a la AFP el vocero nacional de los Verdes, el diputado Arturo Escobar, asegurando que esta será una elección “ histórica ” para su formación.

Partidos opositores como el izquierdista PRD o el conservador PAN -que lanzó la campaña en las redes sociales #PasadosDeVerde- han denunciado ante la autoridad electoral algunas de sus irregularidades e incluso pidieron la cancelación de su registro como partido, algo que el órgano rechazó.

Con sus 29 diputados federales, del total de 500 (5,8%), el Partido Verde ha sido una pieza clave para la aprobación de muchas propuestas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) , que no goza de mayoría calificada y se espera que pueda disminuir escaños en las elecciones del domingo, en las que se renovarán la cámara baja, nueve gobernaturas estatales y casi 900 alcaldías.

Con una alianza que empezó a forjarse en 2003, “el Verde ya es casi un satélite del PRI”, que se ha visto recompensado con la gobernación de Chiapas (sur) y apoyos financieros no necesariamente declarados, afirma el analista político José Antonio Crespo, del prestigioso Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) .

Aunque el Verde apoyó la candidatura a la presidencia de Vicente Fox (PAN, 2000-2006) para acabar con 71 años de gobiernos ininterrumpidos del PRI, sólo estuvo un año con él y fraguó rápidamente su alianza con el PRI porque “es un partido de negocio familiar, que negocia políticamente con partidos y también con las televisoras”, estima Crespo.

Fundado por el expriista Jorge González Torres y seguido por su hijo Jorge Emilio, apodado “El Niño Verde”, el partido ha logrado cuajar entre ciudadanos “muy desinformados y despolitizados”, según el analista.

El Verde es un partido “sin el cual Enrique Peña Nieto no hubiera ganado la elección presidencial y sin el cual el priismo no triunfará en la elección intermedia (...) de allí, las carretadas de dinero que han fluido a sus arcas para hacer crecer su marca”, coincide la politóloga Denise Dresser.

Suplementos digitales