Redacción Quito
El olor a chocolate y canela se sentía ayer por todo el patio del Museo de la Ciudad, en el centro de la urbe. Ocho carpas cubrían del sol a las quesadillas, buñuelos, colaciones, mistelas y otros dulces tradicionales que se exhiben en este lugar.
El Festival de Dulces Tradicionales, que se realiza desde 1998, presenta los productos de 14 personas. Ellos son parte de una asociación, quienes dijeron que de esta forma tratan de rescatar y mantener las tradiciones.
Graciela Campaña es la tercera generación de productores de buñuelos, pristiños, chigüiles y más productos que se elaboran con harina. Vestida con un mandil rojo y con guantes de caucho en sus manos, Campaña arreglaba su puesto para mostrar sus especialidades a los cientos de quiteños que llegan hasta este lugar para disfrutar de los dulces sabores que tiene la urbe.
Alonso Mora quería recordar el sabor que tenían las colaciones que su mamá le compraba cuando era niño. Él tiene 34 años y ahora es un trabajador de una empresa privada, pero al probar estas pequeñas bolitas dulces de color blanco dijo que se volvió a sentir como cuando su madre lo llevaba de la mano por la calle.
Pero en esta exposición no solo se pueden encontrar dulces antiguos, también existen recetas nuevas, que por su sabor singular llaman la atención de quienes visitan la feria.
Sebastiana Quiñones elabora mermeladas y pasteles desde hace 10 años. En su puesto, una de las preparaciones más extrañas es la mermelada de ají. La receta tiene una textura sólida y un sabor dulce pero muy picante. Sebastiana dijo que esta mermelada se puede usar sobre el pavo durante esta época navideña.
Los precios de los dulces varían de acuerdo con el tipo de golosina. Los chocolates cuestan desde USD 1 hasta los USD 3. Mientras que las mistelas y las colaciones no superan los USD 2. Para comer una quesadilla o un chimborazo apenas se necesita USD 1.
El valor de la entrada a la feria es de USD 0,25.