El jueves 26 de enero, el Presidente mexicano canceló su viaje a Washington, tras la firma de Trump de una orden ejecutiva para construir “de forma inmediata” un muro en la frontera. Foto: AFP-EFE
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, conversaron el viernes 27 de enero del 2017 por vía telefónica durante alrededor de una hora en medio de la crisis diplomática desatada entre los dos países.
Fuentes del Gobierno estadounidense confirmaron a Efe que se produjo la llamada, la cual tuvo lugar un día después de la cancelación de la visita que tenía programada Peña Nieto para la próxima semana a la Casa Blanca.
El Presidente mexicano canceló su viaje a la capital estadounidense este jueves 26 de enero, tras la firma de Trump de una orden ejecutiva para construir “de forma inmediata” un muro en la frontera mexicana y después de que este asegurara que su coste será “reembolsado al 100 %” por México.
“Si México no está dispuesto a pagar el tan necesario muro, entonces sería mejor cancelar la inminente reunión (con Peña Nieto)”, señaló Trump en su cuenta personal de Twitter, que sigue usando pese a que tiene, además, la oficial asignada al presidente de EE.UU. (@POTUS).
La respuesta de Peña Nieto no se hizo esperar y también llegó a través de Twitter. “Esta mañana hemos informado a la Casa Blanca que no asistiré a la reunión de trabajo programada para el próximo martes con el @POTUS”, afirmó el mandatario mexicano.
El presidente mexicano, que tiene un 12 por ciento de popula
Se desconocen los detalles de la charla del viernes y de qué parte surgió la iniciativa de la llamada, aunque los dos Gobiernos habían manifestado su intención de mantener el diálogo.
No obstante, el Gobierno mexicano ha reiterado que para ellos “es inaceptable” correr con los gastos de la barrera que quiere construir el multimillonario, mientras que Trump sigue prometiendo que encontrará la manera de que los mexicanos reembolsen los costes.
De hecho, el presidente estadounidense planteó este jueves la idea de imponer un impuesto del 20 % sobre todas las importaciones procedentes de México para costear el muro que quiere construir en la frontera común.
No obstante, ese impuesto no se puede aplicar de forma inmediata, puesto que está vigente el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), firmado por EE.UU., Canadá y México hace más de dos décadas.