Trump defiende a su candidato a la Corte Suprema tras acusaciones de agresión sexual

El presidente de EE.UU., defendió este 17 de septiembre del 2018 a Brett Kavanaugh su candidato para ocupar una vacante en la Corte Suprema, acusado de acoso sexual. Foto: EFE.

El presidente de EE.UU., defendió este 17 de septiembre del 2018 a Brett Kavanaugh su candidato para ocupar una vacante en la Corte Suprema, acusado de acoso sexual. Foto: EFE.

El presidente de EE.UU., defendió este 17 de septiembre del 2018 a Brett Kavanaugh su candidato para ocupar una vacante en la Corte Suprema, acusado de acoso sexual. Foto: EFE.

Brett Kavanaugh, designado por el presidente Donald Trump para ocupar una vacante en la Suprema Corte, y la mujer que lo acusó de agresión sexual cuando eran adolescentes testificarán el próximo lunes 24 de septiembre del 2018 ante el Comité Judicial del Senado, anunció su titular.

“En aras de la transparencia, sostendremos una audiencia pública el lunes para ventilar en forma completa estas recientes acusaciones” con los testimonios de Kavanaugh y de su acusadora, Christine Blasey Ford, dijo el senador Chuck Grassley en un comunicado.

Donald Trump mantuvo firme este lunes 17 de septiembre el apoyo a su candidato a la Corte Suprema, después de que su acusadora dijera que estaba dispuesta a testificar ante el Congreso.

“Estoy seguro de que todo va a estar bien” pero admitió que la votación podría retrasarse “un poco”, dijo el mandatario.

Consultado por periodistas si Kavanaugh había ofrecido retirar su candidatura, Trump respondió: “¡Qué pregunta tan ridícula!”.

Christine Blasey Ford, una profesora universitaria de psicología de 51 años, afirmó haber sido agredida por Kavanaugh y uno de sus amigos, en una fiesta en los suburbios de Washington cuando eran adolescentes a principios de la década de 1980.

La mujer hizo saber por medio de su abogado que estaba dispuesta a testificar ante el Comité Judicial del Senado -que decide la candidatura de Kavanaugh- sobre sus acusaciones.

Kavanaugh, cuya confirmación esta semana parecía asegurada antes de estallar el escándalo, negó los dichos de la mujer y dijo estar listo para “refutar” esas afirmaciones y defender su honor.

La acusación que pesa sobre este juez conservador de 53 años es crítica, en un contexto social de extrema sensibilidad con el tema de la violencia sexual contra mujeres desde el estallido del movimiento #Metoo, que en un año ha hecho caer a decenas de hombres de poder.

“Estoy listo para hablar con la Comité Judicial del Senado (...) para refutar estas acusaciones sobre hechos que datan de hace 36 años y defender mi integridad”, señaló el magistrado en una breve declaración difundida por la Casa Blanca.

Al denunciar las acusaciones como “completamente falsas”, el magistrado aseguró: “Nunca he hecho algo como lo que describe la acusadora, ni a ella ni a nadie más”.

Los demócratas quieren aprovechar el caso para bloquear el nombramiento de este juez, cuyas posturas conservadoras cuestionan.

La llegada de Kavanaugh a la Corte Suprema colocaría a los jueces progresistas o moderados en minoría durante un periodo de muchos años en el tribunal, una jurisdicción que dirime cuestiones fundamentales de la sociedad estadounidense, como el derecho al aborto, a portar armas de fuego y los derechos de las minorías.

Estaba previsto que el comité del Senado vote el jueves la confirmación de Kavanaugh, antes de la votación final del pleno que podría ser a finales de septiembre.

Los republicanos, que cuentan con una estrecha mayoría (51 contra 49 votos) en el Senado, tienen la última palabra sobre los candidatos designados por el presidente de Estados Unidos.

Para los demócratas la estrategia consiste en aplazar la votación hasta después de las elecciones legislativas de noviembre, a la espera de poder recuperar escaños en el Congreso.

En una entrevista, Christine Blasey Ford, que está registrada como demócrata, narró en detalle al diario The Washington Post la noche en la que afirma haber sido víctima de una agresión sexual.

Kavanaugh, junto a un amigo, estaban “completamente borrachos” cuando la acorralaron en una habitación e intentaron mantenerla a la fuerza en una cama para tocarla e intentar desvestirla. Kavanaugh también le tapó la boca cuando intentó gritar.

Ford tenía 15 años en el momento del supuesto incidente y Kavanaugh 17. Ambos eran estudiantes de secundaria en los suburbios de Washington DC.

La mujer pudo librarse y huir, y esta semana, después de 36 años de silencio, decidió hablar. “Considero ahora que mi deber cívico es más importante que la angustia y el terror a las represalias”, dijo esta académica que enseña en la universidad de Palo Alto, al sur de San Francisco.

La mujer indicó que mantuvo el tema en silencio hasta que salió en una consulta de terapia de pareja con su esposo en 2012.

La principal asesora de Trump y una de las personas más cercanas al presidente en la Casa Blanca, Kellyanne Conway, dijo que Ford debería ser escuchada.

“Esta mujer no debería ser insultada y no debería ser ignorada” , dijo Conway a la cadena Fox News. “Esta mujer debería ser escuchada”, agregó.

Diez senadores demócratas del Comité Judicial del Senado pidieron en un correo dirigido al presidente del órgano que su trabajo sea suspendido para dar tiempo al FBI a realizar una investigación “completa” y “profesional”.

Estas acusaciones recuerdan la batalla que se produjo en 1991 tras la nominación republicana de Clarence Thomas, a quien su antigua colega Anita Hill acusó de acoso sexual.

El viernes, Hill, que sufrió los embates contra su reputación en la audiencia ante el congreso y en los medios conservadores, dijo que deseaba un proceso más “justo” para Christine Blasey Ford. “Yo viví lo que pasa cuando un proceso se vuelve en contra de la acusadora y nadie debería volver a vivir eso”, señaló.

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