Los manifestantes se reúnen al otro lado del río Chicago mientras el presidente Donald Trump asiste a recaudaciones de fondos en el Trump International Hotel & Tower Chicago el 28 de octubre de 2019, en Chicago, Illinois. Foto: AFP
Miles de personas recibieron este lunes 28 de octubre del 2019 con protestas en Chicago a Donald Trump, en una visita en la que el presidente de Estados Unidos optó por agudizar aún más su mala relación con una ciudad que le declaró persona “non grata” con nuevas declaraciones contra sus dirigentes y políticas migratorias.
Cerca de 20 000 personas, según cifras de la Policía local, se manifestaron pacíficamente en varias puntos de la ciudad por la visita del republicano.
Las autoridades lograron evitar el clima violento vivido en Chicago en marzo de 2016, cuando fue necesario cancelar por razones de seguridad una aparición del entonces candidato Trump en un recinto deportivo que fue rodeado de miles de manifestantes enojados por su presencia.
Después de ese incidente, el magnate evitó Chicago las dos veces que regresó al estado de Illinois para eventos de recaudación de fondos del Comité Nacional Republicano.
Para evitar que se repitieran sucesos similares, la Policía utilizó este lunes camiones para bloquear calles y hacer un cerco alrededor del Centro de Convenciones McCormick Place, donde Trump fue el orador principal de la Conferencia Internacional de Jefes de Policía.
A los manifestantes, que portaban carteles donde se leía “Trump, tus días están contados” o “Trump y Pence #OutNow”, les mantuvieron alejados del presidente y de la Torre Trump, de 98 pisos y ubicada junto al río Chicago.
Trump fue declarado “persona non grata” en 2017 por el Concejo Municipal de Chicago, por su mala relación con la tercera ciudad más populosa de Estados Unidos, con 2,7 millones de habitantes.
Desde la campaña de las elecciones de 2016, el entonces candidato republicano comenzó con sus duras críticas por los altos índices de criminalidad en la ciudad y, ya convertido en presidente, llegó a amenazar con enviar a los “federales” o a la Guardia Nacional para patrullar las calles.
En su intervención ante los jefes de policía presentes en la conferencia, Trump pronto dirigió sus ataques a Chicago y al superintendente de Policía Eddie Johnson, quien se retiró de sala como protesta antes de que el mandatario interviniera.
El presidente consideró “insultante” la ausencia de Johnson, quien argumentó que “los valores de la gente de Chicago son más importantes que cualquier cosa que pueda decir el presidente en su discurso“.
“Él (Johnson), más que nadie, debería estar aquí porque podría aprender algo”, dijo Trump, quien aseguró que el superintendente “no hace bien su trabajo” y por esa razón “Afganistán es más segura que Chicago”.
Según Trump, esta ciudad registró 465 homicidios el año pasado, y más de 1 500 desde que Johnson asumió el cargo.