Centros de donación de sangre Cruz Roja reciben apoyo en Quito

Valentina Duchi, de 25 años, fue a donar sangre en los Centros Médicos Epsecializados de Cruz Roja. Foto: Valeria Heredia/ EL COMERCIO

Valentina Duchi, de 25 años, fue a donar sangre en los Centros Médicos Epsecializados de Cruz Roja. Foto: Valeria Heredia/ EL COMERCIO

Valentina Duchi, de 25 años, fue a donar sangre en los Centros Médicos Epsecializados de Cruz Roja. Foto: Valeria Heredia/ EL COMERCIO

Valentina Duchi tiene 25 años y tomó unos minutos de su tiempo para cumplir con una labor solidaria: donar sangre. Así que en la mañana de este jueves 10 de octubre del 2019 salió de su casa, en el sector de El Bosque, y fue a los Centros Médicos Especializados de la Cruz Roja, en La Prensa. “Vi en un comunicado que faltaba sangre, por lo que debía ayudar”, señaló la quiteña.

Cruz Roja Ecuatoriana hizo un llamado a las personas para retomar el proceso de donación de sangre, afectado por las protestas en contra de las medidas económicas anunciadas el martes 1 de octubre por el presidente Lenín Moreno.

"Las personas no llegaban a donar; también el traslado de sangre se interrumpió", explica la titular del Hemocentro de este organismo, Mónica Pesántez. Ella señala que en un día normal se recolectan 800 unidades. Desde las paralizaciones bajó a la mitad, es decir, 400. Este volumen no alcanza para abastecer a hospitales y demás unidades médicas, por lo que se decidió que se utilicen solo en casos de emergencia.

David Rojas, de 21 años, también acudió a donar en este punto médico. Foto: Valeria Heredia/EL COMERCIO

Tras esta alerta, hoy, la situación cambió. En los Centros Médicos Especializados de Cruz Roja, las 10 camas de donación estaban copadas. En la mayoría de ellas se observó a jóvenes de entre 18 y 30 años, quienes permanecían acostados mientras se realizaba el proceso de extracción. Solo movían la mano, que permanecía conectada a una máquina para recolectar la sangre.

Hasta las 12:00 ya se recogieron cerca de 50 unidades, por lo que Pesántez preveía que hasta las 16:00 se superara las 100. “Empezamos a tener una situación normal, pero aún preocupa el feriado (viernes 11 de octubre)”.

Cruz Roja además destinó un piso más para la recolección de las pintas de sangre que se procesa en el Hemocentro. Primero se realiza la fragmentación de los componentes. Por ejemplo, el concentrado de glóbulos se entrega a personas con anemia; el plasma para pacientes quemados y la placenta se da en quimioterapias.

Daniela fue a la extracción de sangre en el punto de Cruz Roja, del CCI. Foto: Valeria Heredia/ EL COMERCIO

“Mientras se fracciona o se separan los componentes se hacen pruebas en caso de enfermedades transmisible. Lo hacemos con las mejores técnicas y tecnología de punta para ofrecer sangre de calidad”, sostuvo.

David Rojas, de 21 años, dona sangre, constantemente. Este jueves lo hizo con más razón, ya que escuchó de un desabastecimiento de este líquido vital. Él sorteó varios cierres viales para llegar desde su casa en el sur hasta el centro médico. “Seguiré donando para ayudar a quienes lo necesiten en estas épocas”.

En Pichincha hay más centros de donación de sangre. Están ubicados en el Hospital de los Valles, en la avenida Interoceánica; en el centro comercial Iñaquito, entre las avenidas Amazonas y Naciones Unidas; y en el Hemocentro, en la Ulpiano Becerra y Geovanny Calles (Calderón).

Belén Enriquez se preparaba para donar sangre en Cruz Roja. Foto: Heredia/ EL COMERCIO

En el segundo punto, cerca de ocho personas esperaban para donar sangre y otras cuatro ya estaban en las camillas preparadas para la extracción. En este grupo está Daniela, de 20 años. Ella leyó en la cuenta oficial de Cruz Roja sobre la necesidad de donación de sangre, por lo que decidió acudir al centro comercial. “Es la primera vez que acudo a donar”, dice emocionada.

Belén Enríquez, de 28 años, también fue a donar sangre. Al igual que Daniela y David, la joven leyó sobre la importancia de la donación en estas épocas de movilizaciones, por lo que llegó a poner “su granito de arena”.

Para llegar, Belén sorteó varios obstáculos como la falta de transporte desde su casa en la Mitad del Mundo hasta esta unidad de la Cruz Roja. “Me demoré cerca de una hora y media y me ayudaron con movilización hasta cierto punto y luego tomé un bus. Lo vale porque estoy ayudando a otros”.

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