Domingo Cavallo: ‘Sin dolarización, Ecuador estaría como Venezuela’

Domingo Cavallo, exministro de economía de Argentina. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Domingo Cavallo, exministro de economía de Argentina. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Domingo Cavallo, exministro de economía de Argentina. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Entrevista a Domingo Cavallo, exministro de economía de Argentina.  

¿El expresidente Jamil Mahuad conversó con usted antes de tomar la decisión de dolarizar el país?

No. Yo estaba en campaña electoral en Argentina. Había gente de la Fundación Mediterránea en Ecuador analizando la crisis financiera. Ellos hablaron con el presidente Mahuad, con el Presidente del Banco Central y con el Superintendente de Bancos, para ver qué podían hacer y evitar una explosión hiperinflacionaria, la cual se visualizaba para la semana siguiente, porque los depositantes habían adoptado una actitud de retirar los depósitos de los bancos.

¿Por qué la dolarización y no la convertibilidad, como propuso al presidente Abdalá Bucaram en 1996?

La convertibilidad y la dolarización son prácticamente la misma cosa. Cuando en Argentina lanzamos la convertibilidad en 1991, introdujimos una nueva moneda: el peso convertible, un peso por cada dólar. Pero al mismo tiempo se legalizó el uso del dólar para todo tipo de transacciones y la intermediación financiera. La convertibilidad, tal como se la implementó en Argentina, era equivalente a la dolarización.

¿Si Argentina dejó la convertibilidad, es posible salir de la dolarización?

En realidad, Argentina se salió de la dolarización y fue un desastre. Los políticos que tomaron el poder favorecieron a quienes se endeudaron demasiado en dólares, del sector privado y de las provincias.

¿Qué ocasionó eso?

Se perjudicó a los ahorristas porque sus depósitos en dólares se transformaron a pesos. A partir de ahí se empezaron a emitir más pesos, es decir, la inflación volvió a reinar en la economía. Se deterioraron los salarios reales y las pensiones de los jubilados. También aumentó la desocupación y se acentuó la recesión en 2002.

¿La crisis en Ecuador es similar a la de Argentina?

Argentina tiene una recesión, como también ocurre en Ecuador, pero además enfrenta una alta inflación. Esa trampa se llama estanflación y en ese clima es muy complicado resolver los problemas económicos. Ecuador tiene la suerte de no tener inflación, gracias a la dolarización.

¿La dolarización ayuda a reactivar la economía?

La dolarización resuelve el problema de la inflación, pero no los problemas económicos que se crean por tomar medidas equivocadas como gastar demasiado, promover inversiones improductivas y despilfarrar los ahorros. Ustedes no tienen inflación, lo que deben hacer es generar certidumbre para que los dólares que tiene la gente en los bancos no se vayan a transformar en otra moneda para que el Banco Central emita dinero descontroladamente. Ahí sí habrá una catástrofe como la que vive ahora Argentina.

¿Cómo apuntalar la economía bajo un sistema de dolarización?

La única forma para reactivar la economía es empezar a invertir bien en los sectores público y privado. Y que los sectores dedicados a la exportación sigan enfatizando en el aumento de la productividad, para ganar competitividad de forma genuina y sostenible.

¿El agresivo endeudamiento público pone en peligro la dolarización?

Si el Estado se endeuda demasiado, la solución proviene de una reestructuración de esos pasivos, bajar la tasa de interés, extender los plazos y hacer todo eso de una forma ordenada. También, bajar las necesidades de endeudamiento, para lo cual hay que eliminar el déficit.

¿Sin la dolarización, Ecuador estaría hoy como Venezuela o Argentina?

Estaría como Venezuela. Porque Argentina, durante el período de la convertibilidad, hizo muy buenas inversiones, incrementó la productividad, ganó competitividad exportadora, el sector agropecuario se convirtió en un sector pujante con buenos rendimientos y tecnología. Aparte, se modernizó la industria y se desarrolló el sector energético. Todo ello sostuvo la economía cuando se eliminó la convertibilidad. Si en el año 2000 Mahuad no se hubiera decidido por el dólar, y teniendo en cuenta las políticas que aplicó Rafael Correa, muy parecidas a las de Hugo Chávez, se hubiera producido un fenómeno como el de Venezuela. Lo único que hizo que no terminara tan mal es haber tenido ese “chaleco de fuerza”, que fue la dolarización.

En la época del sucre, una devaluación indicaba que algo estaba mal en la economía. ¿Qué alarmas hay en dolarización?

Las alarmas son que la economía empieza a entrar en recesión, empieza a aumentar el desempleo, empieza a aumentar la economía informal. Esos signos son los que deberían ser la alarma y eso es lo que se tiene que ver.

Los países deben tener la capacidad de aplicar política monetaria. Y para eso necesitan moneda propia.

Para aplicar una política monetaria, lo primero es conseguir que la gente demande esa moneda y que confíe en ella. Si no es así, lo único que podrá hacer el Banco Central será meter inflación a la economía y eso no resuelve ningún problema económico.

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