Un dólar fuerte favorece viajes y compras

Destinos en Latinoamérica y el Caribe se han vuelto más asequibles para ecuatorianos. Foto: Diego Pallero/EL COMERCIO

Destinos en Latinoamérica y el Caribe se han vuelto más asequibles para ecuatorianos. Foto: Diego Pallero/EL COMERCIO

Destinos en Latinoamérica y el Caribe se han vuelto más asequibles para ecuatorianos. Foto: Diego Pallero/EL COMERCIO

Viajes o compras en el extranjero a costos atractivos son algunos de los beneficios de tener un dólar fuerte y que gana valor o se aprecia.

El dólar es una moneda estable y predecible, lo que significa que usualmente tiene un poder de compra importante en países con sistemas monetarios propios.

Sin embargo, esto no siempre fue así. Hubo épocas en las que el dólar se depreció y eso benefició para que otros prefieran viajar al Ecuador, mientras que a los ecuatorianos les resultó costoso visitar otros destinos, explica Vicente Albornoz, analista económico.

Por ejemplo, en 2012 era más costoso viajar a países como Colombia y Perú, porque tanto el peso como el sol estaban fortalecidos. Lo mismo ocurrió en el caso de Chile.

Desde mediados del 2014, esta realidad comenzó a cambiar, por lo cual se convirtieron en destinos más asequibles para los ecuatorianos, por la depreciación de sus monedas y una tendencia consistente de fortalecimiento del dólar .

Otros países, donde la moneda en curso del Ecuador tiene hoy un alto poder de compra son Argentina y México.
Hacia el país centroamericano, los costos de los paquetes turísticos bajaron un 10% en relación con el 2016.

Alberto Rosero, gerente de la mayorista de turismo Blue Sky, explica que el precio depende de varios factores, pero este año hay un elemento adicional: la depreciación del peso. La divisa se ha visto afectada tras la tensa relación con EE.UU. desde el ascenso de Donald Trump al poder, cuyas medidas amenazan a la economía mexicana.

Un paquete básico a Ciudad de México, por cuatro días y tres noches, con boleto aéreo, hospedaje y tours incluidos, está en USD 900 en Blue Sky.

Si bien en Colombia el peso también se ha venido depreciando, el valor de los paquetes aumentó debido al incremento en el precio de las tarifas aéreas. Pero no deja de ser un destino de compras.
Blue Sky incluye en sus paquetes turísticos para Bogotá y Medellín, tours de compras con visitas a centro comerciales y ‘outlets’, que tienen gran demanda para el ecuatoriano.

El costo de estos planes están en USD 900 hacia la capital y en USD 800 a Medellín.

En Ecuador, hasta el 1 de junio pasado rigieron sobretasas arancelarias que encarecieron más de 2 000 productos importados.

Mientras estuvo vigente esta medida, países como Panamá se volvieron más atractivos como destino de compras. Jorge Luis Páez, gerente de Despegar.com en Ecuador, explica que Puerto Colón es una zona libre de impuestos para productos importados y el impuesto al valor agregado en Panamá es del 7%. En Ecuador este tributo es del 12%.

Páez destacó a Argentina como otro de los destinos que se han vuelto atractivos, por la devaluación de su moneda. Un paquete individual hacia Buenos Aires, por siete días y seis noches, con pasaje, alojamiento en hotel tres estrellas y asistencia incluida, se cotiza desde USD 1 131 en el portal turístico.

Hacia Santiago de Chile es aún más económico, desde USD 806 por un plan similar.

Añadió que en el caso de Europa se ha vuelto más asequible para los ecuatorianos. Desde el 2014, el dólar se ha fortalecido frente al euro. Para mayo de este año, el tipo de cambio estaba a 0,95 euros por dólar.

Marco Subía, director de la Asociación de Representantes de Líneas Aéreas, explicó que al contar con una moneda estable, los ecuatorianos no se ven afectados por las variaciones en el precio de los boletos, porque en dólares se mantienen estables. Agregó que también es factible pagar un paquete de viaje a crédito, porque los precios en dólares se mantienen en el tiempo.

Desde hace un par de años, la estabilidad del dólar también ha sido beneficiosa para ir a estudiar al exterior. Evelyn Tapia cursó una maestría en la Universidad Católica de Chile, desde marzo del 2016 a marzo del 2017. Los costos del posgrado fueron cubiertos por una beca. Pero los gastos de arriendo, comida, transporte, entre otros, fueron costeados por Tapia, quien llevó USD 5 000 de ahorros.

“Justo cuando llegué a Chile el peso comenzó a ponerse más inestable y llevar dólares me favoreció”, comentó Tapia. Para aprovechar esta situación, fue cambiando sus ahorros en la medida que el peso se devaluaba, lo que le permitió contar con mayores recursos para su alimentación.

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