Redacción Espectáculo
El documental como género cinematográfico camina entre el ensayo y el reportaje. En los filmes ‘Crudo’, del estadounidense Joe Berlinger, y ‘A cielo abierto’, del ecuatoriano Pocho Álvarez, los autores se expresan desde la problemática del medioambiente.
En cartelera
‘Crudo’ esta en la cartelera de la sala Alfredo Pareja Diezcanseco de la CCE. Desde hoy hasta el domingo 5 de julio. Las funciones son a las 17:30 y a las 19:00. La entrada: USD 3 y 1,50.
‘A cielo abierto’ iba a transmitirse por la señal de Ecuador TV, el domingo pasado, mas por los conflictos en Honduras se reprogramó para el domingo 5 de julio, a las 21:30. A partir de este documental se planteará un debate en el programa ‘Palabra suelta’, de la misma señal, el lunes 6 de este mes, a las 21:30.
Ambos documentales fueron parte de la programación de la reciente edición del festival Encuentros de Otro Cine.
La sensibilidad de los realizadores atraviesa la estructura narrativa. Para Manolo Sarmiento, de Cinememoria, estas cintas son reveladoras para el público nacional.
Además, considera que en ‘A cielo abierto’ Pocho Álvarez defiende su postura ética e ideológica con respeto a la aprobación de la ley minera y la resistencia de las comunidades. “Es una cuestión de principios: visibiliza la lucha de los campesinos, menospreciada por el poder”.
Según Álvarez, la estructura de su documental se fue dando en el camino. Él fue con su cámara a filmar, a hermanarse con la realidad y las comunidades abrieron los recuerdos de su resistencia, no hubo rechazo.
“Las comunidades no tienen por qué esconder su argumento y tener miedo; no fue así con las transnacionales mineras, que me negaron la posibilidad de conversar con ellas”, dice.
De esta manera, en la cinta se muestra lo que está oculto para el discurso oficial, desde el testimonio y las vivencias de la gente: “Ellos dan cuenta de la descomposición de su tejido social”.
Álvarez también fu camarógrafo de ‘Crudo’. La propuesta de Joe Berlinger es más clásica, por la linealidad en su narración, estructurada sobre la demanda que las comunidades amazónicas ecuatorianas impusieron a la compañía Chevron-Texaco.
En una entrevista dada al Sundance Channel, Berlinger define su documental como la lucha de David contra Goliat. Cuenta ciertas experiencias de persecución y, a la vez, explica sus razones para realizar este filme: “Sentí la necesidad de expresar lo que esta gente vivía en esa zona de muerte”.
La estructura de ‘Crudo’ expone las tesis y las antítesis del conflicto, desde las condiciones de vida y las verdades científicas. Un sentimiento compartido entre los dos realizadores es la vergüenza que experimentaron al conocer a fondo estos temas. Las preguntas en común fueron hasta dónde el ser humano se deteriora en favor de la riqueza, hasta dónde es capaz de someter a otros seres humanos que los considera sin derecho.
Alberto Acosta, ex ministro de Energía y Minas, dice que trabajos como el de Álvarez son importantes, pues llevan información desde las bases hasta la ciudad y no permanecen solo para la memoria histórica sino que permiten comprender cómo un proceso minero pone peligro la vida.
“El cine, como cualquier otra formación artística, motiva reflexiones y fortalece la democracia”, concluye Acosta.