Las personas pasan por delante de las figuras del cerdo del próximo Año Nuevo chino a lo largo de la carretera del barrio chino en Singapur. Foto: AFP
Quien quiera hacerse con petardos o fuegos artificiales para usarlos durante el Año Nuevo chino, que comienza el próximo 5 de febrero, deberá presentar su documento de identidad, una medida disuasoria más para prevenir los accidentes que otros años han producido estos materiales.
De este modo, las tiendas contarán con aparatos para identificar y registrar a los compradores, quienes deberán rendir cuentas en caso de ocurrir algún incidente, explicó el funcionario del Departamento de Gestión de Emergencias de Pekín Tang Mingming, citado este lunes 14 de enero del 2019 por el diario estatal China Daily.
Asimismo, Tang señaló que la capital china decidió reducir las tiendas que venden fuegos artificiales y petardos de unas 80 a 30, y que solo podrán venderlos entre el 30 de enero y el 9 de febrero.
Además, estas tiendas estarán situadas fuera de la quinta circunvalación pekinesa, después de que el pasado año se prohibiera el uso de la pirotecnia en las zonas englobadas dentro de ese quinto anillo, una iniciativa a la que se han sumado otras ciudades chinas a fin de evitar mayor contaminación y por razones de seguridad.
Con la prohibición, puesta en marcha en 2018, Pekín puso fin a 12 años en los que los fuegos artificiales sí estuvieron permitidos en prácticamente todas las calles, lo que causó grandes incendios como el que en 2009 arrasó un rascacielos de la ciudad, el Hotel Mandarin Oriental.
Los chinos suelen encender petardos y fuegos artificiales en estas festividades no sólo con fines estéticos sino por la superstición según la cual el ruido y el fuego de estos artefactos alejan a los malos espíritus que merodean en estas fechas, asegurándose con ello un año próspero y afortunado.