Nueva Yorki, AFP
Los bancos minoristas estadounidenses siguen enfrentando dificultades ligadas al crédito, pasado un año del punto álgido de la crisis financiera, mientras que los bancos de inversión, que registran beneficios insolentes, podrían sufrir medidas anunciadas el jueves por el presidente Barack Obama.
En el cuarto trimestre de 2009, el primer banco estadounidense, Bank of America, y el ex número uno Citigroup publicaron una vez más pérdidas: -5 196 millones y -7 766 millones de dólares respectivamente.
Las cuentas de ambos bancos han sufrido por la devolución de la ayuda gubernamental (45.000 y 20.000 millones de dólares respectivamente).
Pero también siguen sufriendo, más de un año después de la quiebra de Lehman Brothers, la falta de pago de los créditos al consumo, cartas de crédito y préstamos hipotecarios.
“Estimamos que el costo del crédito continuará siendo uno de los elementos principales que influyan en nuestros resultados en 2010”, advirtió Vikram Pandit, director general de Citigroup.
“La economía sigue frágil y pensamos que el desempleo se mantendrá en un nivel elevado”, dijo por su parte el nuevo director general de Bank of America, Brian Moynihan.
Wells Fargo, segundo banco estadounidense de depósitos desde que compró Wachovia, sale mejor parado con un beneficio de 394 millones de dólares en el cuarto trimestre.
Los bancos de inversión registraron por su parte buenos resultados, liderados por Goldman Sachs, que superó con creces las previsiones de los analistas con un beneficio neto del grupo de 4 787 millones de dólares.
Un año antes, el banco registró la única pérdida trimestral de su historia, en plena debacle de los mercados.
JPMorgan Chase también superó las expectativas con un beneficio neto en el año duplicado y multiplicado por más de cuatro en el último trimestre de 2009. Morgan Stanley, sin embargo, decepcionó con su beneficio en el último trimestre de 2009, inferior a las previsiones, y una pérdida sobre un año de 907 millones de dólares.
Los ingresos relacionados con las operaciones en bolsa cayeron a fines de año mientras que los operadores minimizaron su actividad para asegurar las ganancias de 2009.
A pesar de la polémica desatada por las altas remuneraciones de Wall Street, Goldman Sachs y JPMorgan publicaron salarios y bonificaciones en fuerte alza para 2009: +18% para JPMorgan comparado con 2008 y +48% para Goldman Sachs.
Éste último rebajó sin embargo en 500 millones de dólares el nivel global de sus remuneraciones con respecto a lo anunciado a fines del tercer trimestre, afirmando que había “escuchado los llamados a la mesura”.
Durante las próximas semanas, los grandes bancos de Wall Street deberán evaluar el impacto potencial de las reformas anunciadas el jueves por Barack Obama, que buscan prohibir a todo banco que opere con créditos y depósitos especular por cuenta propia en los mercados financieros.
El plan también prevé limitar el tamaño de los establecimientos financieros imponiendo un límite a su pasivo, para evitar la concentración del sector y la formación de colosos con pie de barro que supongan una posible amenaza para el conjunto de la economía.