La Unidad debe elegir entre Cynthia Viteri (foto) y Paúl Carrasco. Foto: Wladimir Torres / EL COMERCIO
La falta de acuerdo en la oposición mantiene, hasta el momento, al oficialismo como líder en las encuestas de intención de voto presidencial.
Ocurre con cualquiera de las simulaciones de papeletas donde se pone a Lenín Moreno o Jorge Glas, como candidato de Alianza País (AP).
Solo sumando los resultados de las tres principales figuras que les siguen se puede empatar o superar con un margen modesto al candidato del Gobierno, según los resultados de las firmas Monitor y Quantum.
De ahí que en sectores de oposición, se insiste en la propuesta de una candidatura única como una opción frente al correísmo, aunque con dificultades. La Unidad primero debe elegir a su candidato. Ahí se enfrentan Cynthia Viteri (PSC) y Paúl Carrasco (Juntos Podemos).
El movimiento Creo y Compromiso Ecuador, en cambio, apuntalan la segunda postulación de Guillermo Lasso. Y Paco Moncayo puso condiciones para ser una opción presidencial: lo hará solo si el Acuerdo Nacional por el Cambio y la ID llegan a un consenso.
Para el analista político Jorge León, esa dispersión también tiene un efecto en el votante, que explica la alta indecisión de las personas; sobre todo de quienes en algún momento votaron por Alianza País, pero ahora buscan otra alternativa.
Un 52% (según Monitor) no ha decidido su voto. La mayoría está en las ciudades de la Sierra, donde históricamente la centro-izquierda ha tenido un voto predominante.
La oposición, agrega León, deberá tomar una decisión si quiere ganar las elecciones. Él es enfático en señalar que en los números Lasso, Viteri y Moncayo juntos empatarían a Moreno, pero en la práctica no generan mayor expectativa, se reparten el pastel y dejan el camino libre para que el oficialismo gane en una sola vuelta.
No obstante, León precisa que solo cuando estén las candidaturas inscritas se tendrá un panorama más claro. Eso ocurrirá desde el 19 de octubre próximo, según el Consejo Nacional Electoral.
La encuesta de Monitor de agosto último, en una primera simulación de papeleta, dio a Glas el 26,9% de la intención de voto; Lasso se quedó con el 24,8%, Viteri con el 13,3% y Moncayo con el 3,6%.
Mientras que en otra simulación de papeleta Moreno captó el 31,3%, Lasso el 23,4%, Viteri el 13,3% y Moncayo el 4,1%.
La firma Quantum, en cambio, concluyó en su encuesta de agosto que Glas logra el 17%, Lasso el 16%, Viteri el 10% y Moncayo el 8%. Sin embargo, y esto se enmarca en lo planteado por León, Moreno alcanzó 42%, Lasso 15%, Viteri 10% y Moncayo 4%, en encuestas hechas en Quito y Guayaquil.
Con este último resultado, el exvicepresidente ganaría los comicios en una sola vuelta.
El legislador de AP, Octavio Villacreses, admite que el oficialismo aprovecha la dispersión y que, para asegurar el triunfo, sería un error no apoyar en la presidencia a Lenín Moreno, por los resultados que tienen en la población.
Lasso, quien sigue en recorridos, desestima una dispersión entre las fuerzas críticas al Régimen. Dijo que las encuestas “son fotografías de la opinión pública” en el momento en que se realizan. Y que “en ellas se demuestra claramente la polarización que existe entre cualquiera que sea el candidato del oficialismo y la candidatura nuestra”. Lo que demuestran las encuestas, según él, es que los ecuatorianos decidirán entre dos alternativas.
En cambio, para Henry Cucalón, legislador del PSC-MG, es buena la competencia en democracia. “No veo nada de malo, es saludable, dentro de la Unidad estamos compitiendo con otro líder como Paúl Carrasco (…). Ese cuco de que van a ir separados y van a dejar que AP gane en una sola vuelta, eso ya no existe, la gente no lo va a permitir”, sostuvo.
En las izquierdas, Lenin Hurtado negó que la indefinición esté dando ventaja al oficialismo. “Cuando tengamos el nombre vamos a irrumpir en el tablero electoral. Paco Moncayo sin ser candidato ya tiene un considerable porcentaje de intención de voto”.
Pero Moncayo pidió esperar a que se definan las candidaturas para hablar de números. “Ya ha pasado antes esto, por ejemplo con el candidato León Roldós en el 2006. Partió con un 40% y terminó cuarto en las elecciones. La campaña aún no empieza”.