La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, durante el acto ‘Encuentro de Mujeres en Defensa de la Democracia’, hoy, jueves 7 de abril de 2016, en Brasilia. Foto: EFE
El diario Folha de Sao Paulo reveló que el esquema de corrupción en la estatal brasileña Petrobras fueron a las arcas del Partido de los Trabajadores (PT) en el 2014. La información está contenida en el testimonio de Otavio Marques Azevedo, exdirector ejecutivo de Andrade Gutierrez, la segunda mayor constructora del país, quien fue detenido en junio pasado.
Marques Azevedo habría confesado, en el marco de la investigación sobre la red de corrupción en Petrobras, que millones de dólares donados legalmente a la campaña de Rousseff provenían originalmente de sobornos pagados por Andrade Gutierrez para la obtención de grandes contratos.
En 2014, la segunda mayor contratista del país donó USD 5,5 millones para la campaña presidencial de Rousseff. De acuerdo con la información proporcionada por Marques, otros USD 2,75 millones habrían sido donados al PT entre los años 2010 y 2012.
Según declaró el empresario, este dinero procedía de desvíos que tenían su origen en contratos firmados por la constructora para la ejecución de obras como el Complejo Petroquímico de Río, la central nuclear Angra 3 o la hidroeléctrica Belo Monte.
El abogado de la campaña de Rousseff, Flavio Caetano, negó esas acusaciones y dijo a Folha que “toda la recaudación de la campaña de 2014 de la presidenta fue hecha de acuerdo a la legislación electoral en vigor”. “Además, la empresa hizo donaciones legales y voluntarias a la campaña, en valores inferiores a lo donado a su adversario”, añadió Caetano. “Es lamentable que el instrumento de la delación premiada sea nuevamente utilizado políticamente a través de filtraciones selectivas”, criticó.
La publicación de Folha podría desatar un nuevo frente explosivo en la crisis que acorrala a Rousseff y al gobierno brasileño.
La mandataria ya enfrenta el riesgo de un juicio de destitución, por presunto maquillaje de las cuentas públicas en 2014, el año de su reelección, y a inicios de 2015. Si el impeachment se aprueba, sería sustituida por su vicepresidente Michel Temer, contra quien la corte suprema pidió también un proceso de impeachment.
Temer pertenece al partido centrista PMDB, que la semana pasada rompió su alianza con el PT.
Pero también está en curso un proceso ante la justicia electoral, que investiga si la campaña de Rousseff recibió dinero ‘sucio’ de Petrobras. Si es hallada culpable en este caso, su reelección sería anulada y tanto ella como Temer tendrían que abandonar el poder, antes de que nuevas elecciones sean convocadas.
Investigadores dicen que durante años, desde el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), también del PT, opera un grupo de poderosas empresas concertadas con políticos para pagar sobornos a cambio de contratos inflados.