Policías patrullan en los exteriores de bancos en Quito. Operativos de seguridad se intensifican por las fiestas. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Todo ocurrió en minutos. Gloria se quedó inmóvil y apenas alcanzó a pedir que no lastimaran a su esposo. Ella tiene 73 años y su pareja, dos más.
El 2 de diciembre, ambos entraron a un banco en el norte de Quito y retiraron USD 18 000 en efectivo. Apenas dejaron la agencia, dos encapuchados se acercaron, apuntaron con un cuchillo al esposo y se llevaron todo. El caso se investiga en las oficinas judiciales.
Mientras se rastreaba ese hecho, los agentes recibieron otra alerta. Pedro ingresó a un banco en el sur de la capital y retiró USD 5 000 en efectivo. Guardó los billetes en su bolsillo y abordó un bus.
Las investigaciones policiales determinaron que una sospechosa lo siguió y en el trayecto sustrajo el dinero. La víctima se dio cuenta del robo, pidió al conductor que no abriera las puertas y llamó a la Policía. Cuando los agentes llegaron revisaron a los pasajeros y el dinero apareció en el bolso de una mujer, que fue detenida.
Los agentes saben que en diciembre los ataques de este tipo suelen aumentar, por el pago del decimotercer sueldo y las compras navideñas. Por eso, este mes los operativos de seguridad se duplican.
Por ejemplo, la Policía de Quito realiza hasta 10 patrullajes diarios en los alrededores de los bancos, en cambio, en otros meses desarrollaban hasta seis al día. La idea es evitar que actúen los sacapintas.
De enero al 3 de diciembre de este año, las jefaturas policiales conocieron 78 casos en Quito. En cambio, a escala nacional, en 11 meses se reportaron 257 hechos delictivos.
Por eso, la Policía pide usar el servicio gratuito de traslado de valores que tiene la institución. Las personas deben llamar al ECU-911 y pedir el envío de un patrullero para que los resguarden desde el banco hasta el lugar de destino.
En octubre pasado se conoció cómo en el norte de la capital una banda arrebató USD 1 600 a una persona. El asalto ocurrió a 30 metros de la agencia bancaria. Un hombre encapuchado interceptó a la víctima y le apuntó con una pistola.
El afectado se resistió a entregar el dinero y forcejeó con el armado. Entonces, recibió un disparo en el abdomen. El sospechoso no estaba solo; otro hombre lo esperaba en una moto y huyeron. Así operan las bandas de sacapintas.
Agentes que siguen estos casos identificaron dos formas de actuar. El cabecilla organiza el asalto y ordena que una persona ingrese al banco y seleccione a una víctima. Luego llama o envía un mensaje a los cómplices que aguardan en los exteriores, les describe cómo está vestida la persona para que la ataquen. Un cuarto colaborador espera en moto o auto para la fuga.
Si los miembros de la banda observan que en los exteriores del banco hay presencia policial, siguen a la víctima hasta su casa o a un sitio lejano y allí perpetran el delito. Utilizan armas de fuego o cuchillos.
La semana pasada, agentes desarticularon una banda que operaba en el sur de Quito. Tras una persecución, detuvieron a cuatro personas. Además se decomisaron dos armas de fuego y dos motos.
Datos de la Policía muestran que hasta el pasado 8 de diciembre se capturó a 901 sacapintas. Los uniformados se incautaron de 35 armas de fuego, 1 027 celulares, 58 autos y 18 motos.
Para las festividades, los gendarmes revisan a los motociclistas que transitan cerca de los bancos y a los autos que no tienen placas. Además, agentes de Inteligencia recibieron la orden de vestir de civiles en los exteriores para identificar a los sospechosos.
En contexto
El robo a clientes que retiran dinero en efectivo de entidades bancarias es conocido como asalto bajo la modalidad sacapintas. La Policía refiere que los casos aumentan este mes por el cobro del decimotercer sueldo; recomienda transferencias virtuales.